Tras 74 años de existencia, los estudios cinematográficos Cinecittà en Roma se ponen de largo para presentarse en sociedad. Nacida esta ciudad de la fantasía —La fabrica dei sogni— en el extrarradio de la Ciudad Eterna, el 28 de abril de 1937, ha permanecido cerrada al público hasta este momento.
En mi última visita a Roma, me propuse visitar las míticas instalaciones de la via Tusculana, a menos de 10 kilómetros del centro de Roma. Pero, un amigo residente en la ciudad me advirtió que, excepto para algunos tours programados con antelación, no había posibilidad de entrar, a menos que me disfrazara de extra (esto es, de romano…) o, sorteando a los guardas de seguridad, intentase colarme. Comoquiera que mi complexión no aconsejaba lucir muslos ni escalar vallas, decidí dejarlo para otra ocasión, en la que pudiese acceder convenientemente, por la puerta principal y con el ticket en la mano.
En mi última visita a Roma, me propuse visitar las míticas instalaciones de la via Tusculana, a menos de 10 kilómetros del centro de Roma. Pero, un amigo residente en la ciudad me advirtió que, excepto para algunos tours programados con antelación, no había posibilidad de entrar, a menos que me disfrazara de extra (esto es, de romano…) o, sorteando a los guardas de seguridad, intentase colarme. Comoquiera que mi complexión no aconsejaba lucir muslos ni escalar vallas, decidí dejarlo para otra ocasión, en la que pudiese acceder convenientemente, por la puerta principal y con el ticket en la mano.
Ahora ya no hay excusa. Ahora es el momento de hacer realidad el sueño de revivir la atmósfera y los escenarios donde rodaron Fellini y Rossellini, De Sica y Visconti, donde actuaron Sophia Loren y Anna Magnani, Marcello Mastroianni y Alberto Sordi, y, en fin, donde trabajaron todos los grandes del cine italiano clásico y moderno. Una cinematografía que, particularmente, adoro.
Los estudios Cinecittà son, por lo demás, nuestro Hollywood europeo. No hay parangón en el viejo continente. En el año 1997, visité los estudios Babelsberg, en Postdam, ciudad próxima a Berlín, intentando encontrar alguna huella de Murnau o de Fritz Lang, pero la experiencia resultó bastante decepcionante, la verdad sea dicha.
La visita al «Hollywood del Tíber» promete, en cambio, ser todo un espectáculo. Aquí se rodaron cientos de películas italianas, pero igualmente algunas grandes producciones europeas y norteamericanas: Quo Vadis (1951), Vacaciones en Roma (1953), Ben Hur (1959), El puente de Casandra (1976), Las aventuras del barón Munchausen (1987), El paciente inglés (1996), Gangs of New York (2002). Sin olvidarnos —tampoco en esta ocasión— de series de televisión memorables, como Roma, producida por HBO/BBC. En particular, por sus espléndidos decorados, que pueden recorrerse y admirarse directamente desde ya.
Set de rodaje de Gangs of New York (2002) |
Desde el 29 de abril hasta el mes de noviembre, dos pabellones de los estudios romanos —«Presidencial» y «Fellini»— acogen la exposición «Cinecittà si mostra» («Cinecittà se muestra»).
En Roma, finalmente, Cinecittà, la ciudad del cine, abierta.
Cinecittà, es decir cine. Siento la decepción que te ha supuesto seguir a los impresionistas alemanes, pero Cinecittà creo que está hecho más a lo grande, hollywood rodó allí. Un saludo.
ResponderEliminarCinecittà es, en efecto, Emilio, un pedazo de Hollywood trasladado a Roma, pero... con sabor italiano.
ResponderEliminarMi decepción en Babelsberg fue por no encontrar allí apenas rastro de los directores expresionistas alemanes, a quienes admiro. La visita a los estudios alemanes está (o estaba) muy mal organizada. Fue más interesante conocer el Museo del Cine en la misma Postdam. Pero esa es otra historia.
Salucines
Vaya!!!! Hazze,apenas, 20 días que regresé de Roma. Desde antes de ir, llevaba Cinecittà en la cabezza y no pudo ser.
ResponderEliminarRoma es una ciudazz muy cinematográfica, donde casi, cualquier cosa es posible. Serían extensas de contar mis perzzepciones zzinéfilas en sus fuentes, terrazzas, cafés y adoquines. Solo te contaré que anduve en el Trastévere romano, siguiendo los pasos perdidos del gran Leone.
Y aquella otra noche en la terrazza del Exzzelsior...
Caperuzzita
Estoy de acuerdo contigo, Caperuzzita. Roma, después de Nueva York, y junto a París, es la ciudad más cinematográfica del mundo.
ResponderEliminarSi París bien vale una misa, Roma merece una escapada, en cualquier momento. Especialmente, en octubre, cuando se celebra el Festival de Cine. La via Veneto ya no es lo que era en los tiempos de la "dolce vita", pero aun es un placer sentarse en la terraza del Excelsior, tomarse un cóctel y ver pasar las estrellas.
Salucines
La apertura al público de Cinecittà es, desde luego, una razón más para ir a Roma.
ResponderEliminarPor cierto, Fernando, pásate cuando puedas por mi blog. Al principio de mi última entrada he dejado algo para tí.
Saludos.
Magnífica idea esa de visitar los míticos estudios (ese pabellón Fellini me pone los dientes realmente largos) que cobijaron esas fantásticas películas del cine italiano (del que yo también me declaro ferviente admirador)... además Roma es Roma y nunca está de más visitar a "La ciudad eterna" una de las urbes más fascinantes y vivas de Europa.
ResponderEliminarDisfrútalo como merece.
Salucines
PD En la última entrada que hemos publicado en "Ciclos de Cine" también hay una sorpresa para ti, que espero sea de tu agrado
Desde luego que sí, Guionista. Y Roma está a poco menos de una hora en avión (y no es éste un anuncio de viajes...).
ResponderEliminarYa he pasado por tu blog y me visto el regalito para mí. He dejado otro para ti.
Salucines
¡Vaya, otra agradable visita con sorpresa! Cierto, David. Sobre todo, ese pabellón "Fellini" de Cinecittà invita a ponerse el sombrero, coger el látigo (ya sabes, "Fellini, ocho y medio") y no hacer ni cola para entrar...
ResponderEliminarHe visto el anuncio de la nueva entrada en vuestro blog sobre una peli que me gusta mucho. Voy volando. Vooolare, oh, oh.
Salucines