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| Muerte de Yamagata Masakage, la bandera del fuego. Kurosawa Production Inc. |
Hasta el 12 de junio de este año puede contemplarse en el Museo ABC de Dibujo e Ilustración de Madrid «La mirada del samurai: los dibujos de Akira Kurosawa», una amplia muestra de dibujos y storyboards realizados por el cineasta japonés. La exposición contiene 115 trabajos en papel que sirvieron de esbozos para el rodaje de sus seis últimos filmes: Kagemusha, la sombra del guerrero (Kagemusha, 1980), Ran (1985), Los sueños de Akira Kurosawa (Konna Yume Wo Mita, 1990), Rapsodia en agosto (Hachi-gatsu no kyōshikyoku, 1991), Espera un poco (Madadayo, 1993) y El mar que nos mira (Umi wa mitrita, 2002).
Se ha dicho que Kurosawa rodaba una película de samuráis como si se tratase de un western. La admiración que siempre sintió por John Ford es, en efecto, pública y manifiesta. En el Prólogo de su Autobiografía, leemos, por ejemplo, esta confesión:
«[Además de Jean Renoir] Hay otra persona a la que gustaría parecerme a medida que me hago mayor: al fallecido director de cine norteamericano John Ford. También me ha motivado [escribir las memorias] mi pesar de que John Ford no dejase una autobiografía. Claro está que comparado a estos dos maestros ilustres, Renoir y Ford, yo no soy más que un pequeño chaval.» Kurosawa, cuando escribió estas líneas, contaba setenta y un años. Acababa de estrenar Kagemusha. Todavía tenía muchas más cosas que decir.
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| Noche en el cuartel del ejército de Takeda. © Kurosawa Production Inc. |
También es verdad que el western, pero también el cine en su conjunto, deben mucho a la mirada y al oficio de este descendiente de samuráis que nos ha dejado obras cinematográficas tan imprescindibles —aparte de las ya citadas— como Rashomon (1950), Vivir (Ikiru, 1952), Los siete samuráis (Shichinin no samurai, 1954), Trono de sangre (Kimonosu-jo, 1957), Derzu Uzala (1975).
Dibujado y dirigido por Akira Kurosawa.
Una suerte poder disfrutar de estos esbozos.
ResponderEliminarKurosawa, a pesar de su modestia, es uno de los grandes, que merece el trono tanto como Renoir o Ford. Tienen elementos comunes, tal vez más obvios con el segundo. Pero la impronta del maestro japonés es claramente diferenciada.
Saludos, amigo Genovés.
Por supuesto, Gourmet, que Kurosawa es uno de los grandes de la historia del cine, con una mirada y personalidad propias. Por sus películas lo conoceréis.
ResponderEliminarOcurre que, a diferencia de otros maestros del cine japonés —Ozu, Mizogushi—, Kurosawa estuvo muy influido y marcado por la cinematografía europea y americana, así como por la cultura occidental, en su conjunto (pintura —Van Gogh—; literatura: adaptó con suma inteligencia textos clásicos de Dostoievski y Shakespeare). Esto se nota claramente en el estilo narrativo de sus filmes. También en la tendencia que muestra a ajustar las historias a un género cinematográfico (algo que no es tan común como se cree). Y, en fin, esto le ha supuesto ser muy conocido y reconocido en Occidente: ganó la Palma de Oro de Cannes con "Rashomon"; Lucas y Spielberg produjeron su filme "Kagemusha", lo que propició un impulso notable en su carrera. Sir ir más lejos, facilitó que realizara esa obra maestra que es "Ran".
Salucines
Lo que siempre he admirado de Kurosawa es su capacidad para compaginar dos mundos tan diferentes. Me refiero al japonés vs el occidental. Es un director admirado en occidente porque ha conseguido hacernos entender parte de ese mundo misterioso y mágico que es el Japón antiguo y más concretamente el de los Samurais. Las películas de Kurosawa poseen una belleza de imágenes de iluminación y un tempo tan ajustado a lo que debe ser el auténtico mundo nipón que más de una vez he pensado que incluso verlas en japonés debe ser un espectáculo.¡Afortunadamente lo he dejado en una idea!
ResponderEliminarExcelente opción el hablar de Kurosawa.
Un saludo
Ocurre, Cristina, que yo no concibo otra manera de visionar una película japonesa que... en japonés. Con subtítulos en español, naturalmente.
ResponderEliminarNo quiero resultar pedante, pero, si, en general, siempre es recomendable escuchar las pelis (y las series de TV) en VOS, en el cine japonés, lo considero imprescindible. La fonética, la expresividad, la cadencia musical del habla, son tan distintas de las lenguas de este lado del mundo, que en el doblaje pierden casi todo. Además, escuchar ese hablar "de ametralladora" del japonés es una experiencia única, y parte inseparable de la interpretación. ¡Dios mío, no me imagino a Toshiro Mifune hablando en español!
Afortunadamente, hoy es posible encontrar la mayor parte de pelis en VOS. Incluidas las del gran Kurosawa.
Salucines
De todos los direzztores de zzine oriental, el más occidental, es Kurosawa. Sus historias y sus personajes son arquetipos, igual que los de Shakespeare en la literatura. De alguna forma, siempre, he pensado que Ozzu era el sentimiento y Kurosawa la pasión y la tragedia.
ResponderEliminarEra un genio que nos ha regalado a los zzinéfilos eszzenas memorables. Quién no recuerda al Señor Watanabe columpiándose en invierno ??? o a aquél señor de la guerra hablando con su mujer sentada de Trono de Sangre???.
Un ladrón capturado en Perro Rabioso, un traje blanco y la compasión
No disparen, que soy gente.
En alguna ocasión, algún día del pasado, escribí que Kurosawa era un extraño diamante. Hoy, vuelvo a repetirlo.
Caperuzzita
Possdata: Un samurai hablando en español???. Eso no vale. Impreszzindible ver a Kurosawa en su propia lengua
Salve, Caperuzzita, echábamos de menos en Cinema Genovés tus emotivos y agudos comentarios. Advierto por este último que el cine de Kurosawa, y el cine japonés en general, no te son extraños. Ni te dejan indiferente…
ResponderEliminarHabrá que dedicarle más tiempo y espacio a Kurosawa porque, ciertamente, hablamos de uno de los principales directores de cine, es decir, un clásico indiscutible. Y no es mera retórica, ni frase hecha. Hay un ramillete de películas del cineasta japonés completamente básicas. Tú citas al señor Watanabe en "Vivir" y la escena del columpio… Bueno, sólo decidirte que acabo de añadirla a la columna del blog, "Imágenes inolvidables".
¿Y qué me dices de la despedida en "Derzu Usala" entre el cazador y el comandante de la patrulla militar? Sólo dos palabras:
—¡Capitán!
—¡Derzu!
Quién recuerde la escena, se estremecerá.
De igual modo que la inmensidad de Ford no puede quedar abreviada en la categoría "director de películas del Oeste", Kurosawa no puede tampoco, en efecto, reducirse a la de director de películas de samuráis. Ford y Kurosawa: directores totales.
Salucines.
¡Joder, qué exposición me he perdido!...¡Ojalá pudiera escaparme antes de Junio para verla!...Esas palabras tan humildes de Kurosawa lo elevan aun más.
ResponderEliminarDesde la primera vez que vi "Los siete samurais" hace un pilón de tiempo, comencé a admirar tremendamente a este maestro. "Trono de sangre" me dejó pegado a la butaca y desde entonces he conservado toda su obra como oro en paño. Kurosawa entra, para mí, en el cómputo de los diez mejores directores de la historia del cine.
Llevas razón, Fernando, hay que dedicarle todo un ciclo, se lo merece.
Un abrazote.
ZZierto, Kurosawa no me es ajeno. He visto muchas de sus pelis (casi todas) pero esto no añade ningún valor a mi intelezzto, sino a mi corazzón.
ResponderEliminarLeyéndote y recordándole, senzzillamente, se me han puesto los pelos de punta.
Otro recuerdo al sentimiento:
MADADAYO:
Aquella diminuta casa japonesa y la preparazzión del té. Las estazziones del año se van suzzediendo, la lluvia, las hojas que caen en otoño, los pájaros...
Los instrumentos de cuerda, envuelven la eszzena.
Un mago capazz de crear tal bellezza, merezze mi más sentido homenaje y todos mis respetos. Siempre rendida a los pies de Kurosawa, con dos extrañas zzejas pintadas en mi frente.
Un saluzzine y grazzias por prestarme un hueco en tu blog.
Caperuzzita
Celebro mucho, Anro, que la breve reseña de esta muestra sobre Kurosawa nos haya despertado la pasión cinéfila hacia este director portentoso. A ver si nos animamos, entre todos, y vamos sacando más textos sobre la tan inmensa como intensa obra del maestro japonés. Yo tengo casi toda su filmografía en VHS. La voy a desempolvar y la revisaré.
ResponderEliminarSalucines
Caperuzzita: yo todavía recuerdo mi primer encuentro con el cine japonés, hace bastante años. Fue visionando "El hombre del carrito" de Hiroshi Inagaki. Desde entonces, he ido siguiendo todo lo que he podido la obra de sus principales directores. A la cabeza, sin duda, Akira Kurosawa. Ya lo hemos dicho, pero no estará de más repetirlo: el cine de Kurosawa sintetiza lo mejor del cine occidental y el oriental. ¡Casi nada, pues!
ResponderEliminarEl cine japonés tiene, como pocos, una gran habilidad: reunir en un mismo cuerpo fílmico el alma de la lírica y la épica, los pequeños gestos y las grandes gestas, la sencillez de la vida diaria y el drama de "vivir"...
¿Se entiende ahora por qué abundo tanto en juntar a Kurosawa con Ford. Muy sencillo: John Ford también plasmó en su obra esa reunión mágica, característica del cine nipón, más... muchas otras cosas más.
Salucines
Ford tenía pocos, muy pocos amigos, pero llego a serlo de Kurosawa. El director japonés le tenía tanta estima que hasta se vestía como Ford cuando rodaba.
ResponderEliminarCómo me gusta pensar en Dersú Uzalá. Hace un tiempo escribíamos sobre ella para recordar a Kurosawa. Al maestro.
Saludos!
Ah !!!! yo también quiero ser como Kurosawa emulando a Ford.
ResponderEliminarQuiero un parche negro.
Me encanta!!!!!
Ya está, lo he dicho....
Caperuzzita
Possdata: Bueno, también están las zzejas pintadas de las pelis de Kurosawa. Francamente, siempre me dejan perpleja
Hoy, Ethan, haría falta un Plutarco contemporáneo que escribiese una "vidas paralelas" de Ford y Kurosawa.
ResponderEliminar"Derzu Uzala" es una película cuyo análisis y comentario daría para todo un tratado de cine. Filme sobre mil asuntos, pero sobre uno en especial: la amistad. Filme que sigue la regla de oro del cine clásico puro: nunca enfatizar, huir del subrayado.
Salucines
Tres, son Caperuzzita, si no ando errado, los directores que llevaban parche sobre un ojo: John Ford, Fritz Lang y Nicholas Ray.
ResponderEliminarLuego están los piratas...
Salucines
Se olvida usted del gran Raoul Walsh, autor de indiscutibles clásicos como "Los violentos años veinte", "El último refugio", "Al rojo vivo", "Juntos hasta la muerte", "Pursued"...
ResponderEliminarLos dos dibujos que has puesto en la reseña, son muy buenos, sobre todo el primero.
ResponderEliminarRecuerda poderosamente a la pintura de los primeros expresionistas del norte de Europa, fundamentalmente a Franz Marc, en el cromatismo, el movimiento y la forma.
Siempre me ha parecido que el cine en color y más grandilocuente de Kurosawa tenía mucho de pictórico, esos planos y secuencias de batalla que hay en "Ran" parecen sacados de los enormes cuadros de batallas renacentistas y barrocos, pero con una paleta cromática de principios del siglo XX la de Matisse, Marc, Kandinsky o Klee.
Bueno, pues eso, que me ha gustado este crossover de cine y pintura que nos has presentado.
Salucines
Efectivamente, David: Kurosawa, una vez que dio el salto al cine en color, se manifestó como un violento colorista, al modo de los fauves franceses o los expresionistas alemanes, con Der Blaue Reiter a la cabeza: el primer dibujo con el caballo recuerda a esos caballos azules de Marc. Los juegos de estandartes y pendones en las batallas kurosawianas, ondeando al viento, con esos colores rojos, amarillos, azules, tan vivos, casi nos retrotraen al Van Gogh más violento, que remarca la línea de cada figura con un grueso trazo...En fin, que estoy deseando ver la exposición.
ResponderEliminarPor dos veces acierta usted, Anónimo. Una, al advertir que, en efecto, Raoul Walsh portaba también parche en un ojo. La otra, en calificarlo como "grande".
ResponderEliminarY hasta es posible que algún otro amigo de Cinema Genovés vea (por el ojo abierto) algún otro director al que hemos olvidado “parchear” y nos lo haga notar.
Salucines
Amigo David: muy atinado comentario sobre el valor del cromatismo en el cine de Akira Kurosawa. Y muy oportuno, además, pues apunta directamente al sentido del post, dedicado en particular a la exposición sobre los dibujos y storyboards realizados por el cineasta japonés.
ResponderEliminarMuchos otros directores han hecho bocetos y apuntes en papel previos al rodaje, en especial, para indicar al director de fotografía a sus órdenes qué es lo que querían sacar exactamente en un determinado plano. Pero el caso de Kurosawa es muy particular, porque a la condición de cineasta, hay que añadirle la de un notable artista gráfico. Una feliz coincidencia que no ocurre habitualmente. Por esta razón, justamente, tiene importancia la presente muestra.
Muy bien visto, asimismo, el importante salto que da Kurosawa al pasar en sus filmes del blanco y negro al color. Supo sacarle fruto como pocos a las posibilidades que ofrece dicho cambio.
Salucines
Gracias también a ti, Ariodante, por tus sustanciosas puntualizaciones a propósito del colorismo fílmico de Kurosawa.
ResponderEliminarAparte de la explosión cromática en las escenas de batallas, la influencia de Vincent Van Gogh es directamente apreciable en el filme "Los sueños de Kurosawa", en especial, el capítulo "Cuervos", inspirado en el cuadro del artista holandés, "Campo de trigo con cuervos", e interpretado por Martin Scorsese.
Salucines
@ARIODANTE
ResponderEliminarGracias a la entrada de Fernando nosotros tampoco perderemos la ocasión de disfrutar de la muestra de Kurosawa, ya que por fechas creo que coincidirá con la inauguración de una exposición de un buen amigo pintor en Madrid, con lo que gustosamente mataremos dos pájaros de un tiro.
Cierto,Fernando: había olvidado citar "Los sueños de Kurosawa" ...David: además,en Madrid se puede apreciar, ya que estamos hablando de exposiciones, la magnífica muestra que ofrece El Prado del pintor francés Chardin. Nada que ver con Kurosawa, por supuesto, pero "ya que el Pisuerga pasa por Valladolid.." Pues eso.
ResponderEliminarCon Kurosawa se produce un bucle muy interesante de prestamos entre la industria norteamericana y el cine oriental.
ResponderEliminarEs verdad que Kurosawa bebe de Ford, es más lo tiene idealizado (como todos, diría), pero también es verdad que influyó a su vez y de manera radical en el cine occidental. Creo que sin él no se llevaría a cabo tal y como fue "Star Wars", la trilogía de los dólares de Sergio Leone. "Los siete magnníficos", y demás títulos...
Kurosawa buceaba en lo que interesaba realmente, siempre fue a las fuentes, William Shakespeare. Un saludo.
Tienes mucha razón, Emilio. Y es de ningún modo puede pensarse que Kurosawa fue un "discípulo" de Ford. Su relación fue de igual a igual, de vasos comunicantes, entre maestros. Por eso se tenían tanto respeto mutuo.
ResponderEliminarSobre la influencia directa de Kurosawa en los filmes que comentas, sólo recordar que "Yojimbo" es un precedente y un referente del spaguetti western, del cine de Lucas, de Leone, pero también de Tarantino. Entre otros.
Salucines
Un genio el gran Kurosawa.
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