Traducción española: Enfermera de noche
Año: 1931
Duración:
72 minutos
Nacionalidad:
Estados Unidos
Dirección:
William A. Wellman
Guión:
Oliver H.P. Garrett (basado en la novela de Dora Macy, seudónimo de Grace
Perkins Oursler).
Fotografia: Barney «Chick» McGill
Vestuario: Earl Luick
Reparto: Barbara Stanwyck, Ben
Lyon, Joan Blondell, Clark Gable, Blanche Friderici, Charlotte Merriam, Charles
Winninger, Edward J. Nugent, Vera Lewis, Ralf Harolde, Walter McGrail
Producción: The Vitaphone
Corporation / Warner Bros. Pictures
Enfermera
de noche
(Night
Nurse, 1931), dirigida por William A. Wellman, es una película
interesante, pero, por encima de todo, curiosa, muy curiosa. Casi podría
añadirse: una película para curiosear, especialmente indicada para voyeurs. Aunque, bien pensado, ¿no tiene
todo aficionado al cine, en el fondo, bajo la piel, una vena (o una arteria) de
mirón?
Al visionar esta
muestra emblemática de la etapa pre-código Hays, uno está tentado
a creer que el principal propósito de este film es presentar en pantalla a
bellas señoritas en ropa interior. Estoy exagerando, cierto es, pero no mucho.
Otras cintas coetáneas y muy próximas en temática, estética y contexto
―verbigracia, Una cerilla para tres (Three on a Match, 1932), dirigida
por Mevyn LeRoy― no son tan explícitas ni descaradas
(descaradamente representativas de la época)
como Night Nurse.
Nos hallamos,
entonces, ante uno de los ejemplares más representativos del llamado Hollywood
prohibido (Forbidden Hollywood),
conjunto de películas de los años 30 significadas por un acusado contenido
violento y sexual, cintas que sin vergüenza ni recato exhibían conductas
contrarias a la moral vigente: drogadicción, homosexualidad, maltrato físico a
mujeres y niños. Con gran precisión ilustrativa y metafórica ha sido
caracterizado este fenómeno como sigue: de aquellos
polvos vinieron los lodos de la censura cinematográfica y el Código Hays.
En
Enfermera de noche, no cabe discutir
―como sucede, por ejemplo, en la etapa del destape en el cine español de los
años 70― acerca de si está o no justificado por el guión el que las
protagonistas se quiten la ropa, venga o no venga a cuento. Y digo esto porque el guión de Night Nurse es, en verdad, delirante.
Una crítica inmediatamente posterior al estreno definió el film con estas palabras: «un melodrama sensacionalista y delirante, desagradable en su temática, aunque bien presentado.» (la cursiva es mía; por lo demás, yo le hubiese añadido a la expresión unos puntos suspensivos...).
Una crítica inmediatamente posterior al estreno definió el film con estas palabras: «un melodrama sensacionalista y delirante, desagradable en su temática, aunque bien presentado.» (la cursiva es mía; por lo demás, yo le hubiese añadido a la expresión unos puntos suspensivos...).
El arranque del
film es frenético.
Por medio de un largo plano subjetivo, vemos un vehículo circular a toda
velocidad por las calles de la ciudad. Sortea a otros coches, viandantes y mobiliario
urbano con gran pericia. La primera impresión es que sus ocupantes huyen de la
policía: estamos en los años del nacimiento y esplendor de las películas de gangters. Y no anda mal encaminada la
percepción, pues la cosa va, en parte, de hampones y gente de mal vivir. Aunque
eso vendrá luego. Sobre el salpicadero del coche observamos el rótulo
«Ambulance». Y, en efecto, una ambulancia finaliza la carrera frenando ante la
entrada de Urgencias de un hospital.
En
este recinto de batas y cofias blancas, de uniformes blanquísimos de quita y pon,
Lora Hart (Barbara Stanwyck) solicita trabajo a la enfermera jefe. Ésta la
rechaza. Lora dice tener vocación para el empleo, además de ganas de dejar la
tienda y la casa paterna. Pero, no hay nada que hacer. Un sonoro carraspeo de
la nurse mayor indica que la conversación y el objetivo de empleo han terminado.
Mas,
nunca digas nunca jamás. Al salir del edificio, Lora tropieza con un individuo
que, entrando muy decidido, empuja a la chica y el bolso sale volando. ¡Eh,
usted! El buen señor recoge solícito los objetos dispersos por el suelo y se
los devuelve a la muchacha. Lora lo mira con carita de ángel... Cómo te llamas,
querida. Lora, Lora Hart. ¿Hart, ah?
Heart (Corazón)/Hart... Con ese apellido podrías ser enfermera. ¿De veras? ¿Y usted qué sabe? Soy el doctor Bell (Charles Winninger). Hablemos con la enfermera jefe y ya tiene
trabajo. [Carraspeos]
La
enfermera Maloney (Joan Blondell) es la encargada de
ponerle al corriente a Lora de la rutina laboral; especialmente, dónde
cambiarse de ropa y cuál es su habitación. Son enfermeras residentes y van a
compartir cuarto, incluso lecho.
Un médico residente muy gracioso, introduce en
la cama de Lora un esqueleto humano, ahora demasiado poco humano. A la joven no le place
dormir con tipo tan frío, de modo que se acurruca junto a Maloney. Uy, esto es
otra cosa...
La
jefa asigna el turno de noche a las amigas traviesas. Cierta madrugada, Lora
cura a un hampón llamado Mortie (Ben Lyon) de una herida de bala, sin dar
parte a la policía, según dictan las normas del centro. En correspondencia, el gánster
salvará a la chica al final del film. Antes
del código Hays ya funcionaba el código del hampa.
Lora
hace pluriempleo en la mansión de una señora con tanto dinero como ganas de
divertirse. Pero, allí hay un misterio. Mientras todas las soirées la dueña de la casa organiza fiestas locas, sus dos hijas
se mueren de hambre. En realidad, estamos ante un complot de un desaprensivo
doctor del hospital, quien con la ayuda del chofer matón Nick (Clark Gable),
pretende hacerse con la fortuna de la alegre mala madre. En este hogar, poco
dulce hogar, pasa de todo.
Lora tumba a la madame: «¡Valiente madre», este otro golpe dialéctico le espeta la
justiciera enfermera. Nick noquea a Lora.
Finalmente, Mortie, matón bueno, amigo de la heroína, interviene y pone a todos
en su sitio. Nick acaba en el hospital, donde ya no molestará a nadie más (la
secuencia final reproduce el arranque del film). Happy ending: Lora y
Mortie se arreglan muy bien juntos.
William Wellman, en referencia a la intervención de Clark Gable en el film, ha contado lo
siguiente: «hacía el papel de un chófer vestido de negro que daba puñetazos en
la nariz al doctor (Charles Winniger) y le roba la comida a dos niñas
adorables. Estaba intentando matarlas de hambre. Era uno de los gorilas más
despreciables que imaginarse pueda, pero Gable lo interpretó con tal savoir faire que se convirtió en una
estrella. A los poderes fácticos de la Warner les gustó su interpretación, pero
decidieron que no valía la pena complicarse la vida con él; que no estaba hecho
para ser una estrella; tenía las orejas demasiado grandes. Se les olvidó
fijarse en sus hoyuelos, escuchar su voz y verle sonreír.»
Wellman
dice la verdad, pero no toda la verdad. En realidad, Darryl F. Zanuck, por entonces
directivo de la Warner, dijo también de Gable: «se parece a un simio». Melvyn
Le Roy había elegido al actor nacido en Ohio para actuar en el film Hampa
dorada (Little Caesar, 1931), pero a la Warner no le pareció una buena
idea. La Warner se lo perdió. Poco después, Irving Thalberg, jefe de la Metro
Goldwyn Mayer, ofreció un contrato al apuesto galán y supuesto (¡aunque imposible!)
cruce entre Dumbo y King Kong. El resto es historia. La Historia del Cine.
Night Nurse: filme en el que Barbara Stanwyck, ciertamente, se desmelena, aunque sólo se suelta el pelo al final, cuando, pareja del vivaz Mortie, deja de ser enfermera de noche.
Hola D. Fernando
ResponderEliminarWellman es una de mis debilidades y poco a poco voy haciéndome con todo el material suyo que encuentro. En efecto, Night Nurse, además ser todo lo que vd. cuenta (creo que no ha mencionado) es la primera colaboración con la Stanwyck, de la que pensaba que era una mujer dura y con talento, así luego rodó varias (entre ellas alguna que otra joya, como "Great man's lady) con la "joven pero madura" Barbara. Night Nurse es delirante. Aparte del "melo", está llena de diálogos ingeniosos, y momentos, como vd, bien ha dicho, espléndidamente morbosos. Tiene esa sensualidad pre-codigo, y una capacidad de sugerencia que sigue siendo muy eficaz. "Wild Bill" además se pasa buena parte de la peli haciendo que la Stanmwick y la Blondel se quiten la ropa e interpreten largas escenas en "atractiva ropa interior" cosa muy de agradecer, y chocante para la época, como vd, también apunta. Años después rodaría con la Stanmwyck una papel parecido en "Lady of burlesque", no recuerdo la fecha pero debían ser los primeros cuarenta. Esta su cuarta película en la Warner, rodada tras "Public Enemy", curiosamente "Lady of Burlesque" fue la película posterior a "The ox bow incident" Y su última colaboración juntos. ¿El porqué Wellman rodaba así? Es decir, un producción en principio "grande" y luego una película de relleno, (que además fue el último trabajo de Stanmwyck con Wellamn.) era una constante en su carrera, al igual que en la de otros grandes de la época, sentian la necesidad de rodar algo "suyo".
Por cierto, si me permite, contar una anécdota sobre la ruptura de Wild Bill, con la Paramount, nadie supo si pidió rescisión de contrato o fué despedido. Uno de sus guionistas, afirmaba saber la prematura marcha de Wellman "Fue despedido por dar un pellizco a una chica. Ella dio un brinco y chocó con una cámara de 25.000 dolares, destrozándola contra el suelo en el momento en que unos banqueros recorrían el plató para refinanciar e estudio. A Zukor no le hizo ni pizca de gracia" .
Saludos y que viva Wellman!!
Roy
No conocía esta película pero la voy a buscar porque has despertado mi curiosidad.
ResponderEliminarGracias por la recomendación.
Saludos.
Gracias, amigo Roy, por su generoso comentario, que además de amable, complementa muy bien el contenido del post.
ResponderEliminarYo también me considero un entusiasta del cine de William A. Wellman. Director con temple y hombre de carácter, vaya que sí. Usted ya relata algunas anécdotas en relación a la personalidad de este cineasta de la casta de Ford, Walsh o Lang, por citar sólo tres ases con los que hacer un póquer con Wellman.
A Wellman no le llamaban "Wild Bill" por casualidad. Pues bien, en "Night Nurse" está más Wild que nunca: desinhibido, directo, cáustico, brutal. Para mi gusto, le hubiese faltado un poco de sentido del humor para hacer un film redondo. Pero, entonces, claro, no sería Wellman. Ni Bill ni Wild.
Salucines y ¡viva Wellman!
Gracias a ti, Guionista, por tu comentario. "Night Nurse" tiene indudables valores cinematográficos, pero, por encima de todo, contiene una riqueza como documento de una época en Hollywood que conviene conocer.
ResponderEliminarSalucines
Curiosa pelicula si señor..
ResponderEliminarIntentare encontrarla, ya que me seduce su visionado.
Y quisiera creer que le vino la inspiración, a raíz de mi última entrada sobre Pin-ups, que vaya, tiene un aire a ese cartel, jejejeee....
Salucines.
En verdad, amigo Lorenzo, que su cartelera de chicas me impresionó. Pero, estas enfermeras nocturnas no se ajustan, precisamente, a la categoría de pin-ups. Aun así la película tiene su encanto, vaya que sí.
ResponderEliminarSalucines
Al igual que la historia se escribe "antes de Cristo" y "después de Cristo" quizás debiéramos empezar a utilizar el "antes de Hays y después de Hays" en el cine de Hollywood. No obstante, los esfuerzos de los guionistas por salvar la censura permiten unas lecturas entre líneas la mar de entretenidas.
ResponderEliminarPrecisamente hace tan sólo un par de días revisitaba "A Star was born" pero, yo confieso, no conozco al por menor la carrera de Wellman - como tú y el amigo Roy- y, en general, todo ese maravilloso cine de los 30 que tan difícil es de conseguir para poder estudiar al detalle filmografías completas. Pero no me resisto a seguir completando poco a poco esas lagunas.
Salucines
Amigo deWitt: el cine de los treinta tiene un extraordinario atractivo, para mi gusto. Ha dejado atrás la etapa silente, pero aún conserva mucho del cine en estado puro.
ResponderEliminarVale la pena dedicarle tiempo a la filmografía de Wellman. Cuando hablamos de un clásico de "primera fila", como William A. Wellman, conviene conocer el conjunto de su obra, o, al menos, la mayor parte de ella. En los grandes cineastas, hasta los filmes menos logrados tienen algo especial.
Salucines
Pues por curiosidad, desde luego; por voyeurismo, también; por cinemanía, siempre... me pongo a la búsqueda y captura de esta película. Wellman es un buen director del que me queda aún mucho por trastear, aunque nunca me ha decepcionado. En ocasiones, me ha sorprendido cuando me esperaba resultados mediocres, como es el caso de Magic Town (1947).
ResponderEliminarGracias por quitarle el polvo a una de esas películas por descubrir, amigo Fernando.
Saludos
Gracias a ti, Gourmet, por tu comentario. De Wellman, como de los grandes del cine, y que además tienen sobre sus espaldas una larga filmografía, siempre quedan cosas por descubrir. Lo cierto es que "Night Nurse" no suele citarse mucho cuando se habla de su obra. Es una película, más que nada, curiosa.
ResponderEliminarSalucines
Desconocía lo del Hollywood Prohibido, y me parece que es una definición en la que le faltaría un subtítulo como, por ejemplo: "libre"
ResponderEliminarEl Código no creo que surgiera de la nada a causa de esta película aunque sin duda los atrevimientos de Wellman y de otros de la época, como Lubitsch (Una mujer para dos) escandalizarían a más de un matriarcado, Fernando, porque los escuetos varones seguro que eran, como apuntas, mirones por antonomasia, cinéfagos al fin y al cabo, como debe ser...
Un abrazo.
Josep: hay bastante material publicado sobre el fenómeno del "Hollywood Prohibido" de los años 30. También es fácil hacerse con un documental muy ilustrativo bajo ese mismo título. Creo que se pasó por televisión (TCM Clásico, si no recuerdo mal)hace años.
ResponderEliminarSalucines