La
carta de presentación de la serie de televisión The Killing puede
provocar, en el aficionado al buen cine y a las teleseries de calidad, una
primera sensación de prevención, de presunción de culpabilidad. Para empezar,
se trata de la versión norteamericana de una serie precedente, la danesa Forbrydelsen (El
crimen, en danés). Pero, a su vez, la trama argumental remite sin
ocultamiento alguno ―incluso hace ostensible algún guiño cómplice― a Twin
Peaks, un clásico de las series televisivas, concebido y en parte
dirigido por David Lynch. Casi un remake por partida doble, ¿no es así?
Y,
sin embargo, recomiendo al aficionado que pase de la primera impresión a la
segunda, y así sucesivamente, hasta completar la primera temporada de la serie
(la producción de la segunda parece haber sido ya comprometida). Porque, sí,
amigos de Cinema Genovés, The Killing (2011) es una producción altamente recomendable.
Escrita
por Veena Cabreros Sud, a partir del
guión que sirve de base a Forbrydelsen, la serie norteamericana
ha sido producida por la Fox Television
Studios y por Fuse Entertainment,
y emitida desde el mes de abril de 2011 por la cadena de cable AMC. Diré algo sobre los antecedentes
de la serie. He visionado sólo el primer episodio de Forbrydelsen, y tengo que
decir, simplemente, que The Killing
no resulta ociosa ni gratuita, sino que mejora considerablemente la producción
danesa. He seguido, asimismo, una buena parte de las temporadas de la serie Twin
Peaks, hasta que literalmente la di por concluida antes de su
terminación efectiva, al comprobar cómo iba decayendo la historia original y
devaluándose el sentido y la calidad de los primeros momentos. No faltan los parejos
interrogantes. Del lema promocional ¿Quién mató a Laura Palmer? pasamos
ahora al Who killed Rosie Larsen?
Y,
sin embargo..., estamos ante un producto muy distinto, francamente original
(todo lo original que permita el peso del pasado). La impresión cautelosa del
doble remake debe, a mi juicio, ceder, para dar paso a otra percepción, a otra
disposición: disfrutar de la experiencia
cinematográfica de The Killing
(2011).
Ambientada,
como Twin Peaks, en la frontera con
Canadá, The Killing se sitúa en
Seattle, Washington, aunque fue rodada
en Vancouver, British Columbia. Empero, lo que Twin Peaks tenía de lyncheano,
de gusto por el efectismo y lo
sobrenatural, lo fantasmagórico y espectral, lo irreal y lo paranormal, en The Killing, todo esto, brilla por su
ausencia. En la ocasión presente, la
trama es realista, casi cotidiana, al cabo de la calle. No es The
Wire, pero después de The Wire no hay teleserie policiaca que no la tenga presente.
La
atmósfera de The Killing es sombría,
oscura, sórdida. El cielo siempre amenaza lluvia en la septentrional
Seattle, o, directamente, descarga la tormenta sobre la ciudad y sus habitantes.
El tempo narrativo, por el contrario,
mantiene, en todo momento, un tono relajado, nada premioso. La historia está
construida según jornadas, como un diario. 13 días, trece capítulos de la
primera temporada. Tempo pausado, tempo
pautado.
En The Killing la tensión (la procesión) va
por dentro.
Como
cabe esperar, la trama sigue los pasos habituales del género (Serial crime drama): hallazgo de un
cadáver; adscripción de agentes al caso: Sarah Linden (Mireille Enos) y Stephen Holder (Joel Kinnaman); rastreo de pistas, seguimiento de sospechosos, con
la sucesiva sustitución de unos por otros, según avanzan las pesquisas;
conflictos con los mandos del departamento de Homicidios y del FBI sobre cómo llevar la
investigación, también entre los propios protagonistas principales (Buddy,
buddy); y, en fin, la
intriga que recorre unas vidas y unos espacios que van revelando continuas
sorpresas.
He aquí lo necesario (estructura de género que asegura un recorrido firme y reconocible), mas no lo suficiente. En The Killing todo es normal, pero no demasiado normal. El cine de Hitchcock, entre otros maestros del suspense y la intriga criminal, ya enseñó que el verdadero horror (allí donde residen las terminales más sensibles del miedo, la angustia y la inquietud) proviene de lo próximo; aquello que en lenguaje técnico conocemos como lo siniestro.
Los
agentes son, en efecto, de lo más común, ordinary
people. La detective Sarah Linden, mujer menuda, pelirroja y divorciada (casada
con la profesión), es persona tenaz y poco locuaz, responsable y firme. Stephen Holder, a
modo de contrapunto, es hombre alto y expansivo, soltero y sin compromiso ni domicilio
conocido, un sujeto fronterizo, que está en la policía porque, de no
estarlo, habitaría en el otro lado;
de hecho algo de eso hay en su pasado. Buenas interpretaciones las dos.
Los personajes de The Killing viven y trabajan en el reckless moment. El director de origen vienés, Max Ophüls, dirigió en 1949 uno de los mejores trabajos de su etapa cinematográfica norteamericana, justamente con ese título original, transformado en la versión española en el muy convencional Almas desnudas. En este largometraje notabilísimo puede advertirse el significado práctico y preciso de la expresión inglesa: el personaje principal actúa bajo una tensión permanente y multilateral, bajo el peso de la completa responsabilidad individual, jugándoselo todo en cada decisión, teniendo que decidir personalmente asuntos graves, propios y ajenos, mientras quienes le rodean solicitan particular atención y preferencia.
En el film de Ophüls la heroína es Lucia Harper (Joan Bennett); en The Killing, la detective Sarah Linden. Encargada de la investigación de la muerte violenta de la joven Rosie Larsen mientras prepara el traslado a San Francisco, con su hijo adolescente y su nueva pareja esperándola en el aeropuerto, Sarah debe dejar a éstos en segundo plano. La resolución del caso es ahora lo prioritario. Los destrozados padres de la muchacha asesinada exigen resultados inmediatos; si no, el padre, antiguo miembro del hampa, puede tomarse la justicia por su mano. El jefe de Homicidios reclama información puntual y control del asunto. Hay elecciones en el City Hall de Seattle, uno de los concejales, candidato a alcalde, es uno de los sospechosos; la presión política agrava la situación, todavía más. Le asignan a Sarah un compañero de investigación, un tipo raro, propenso a métodos muy peculiares de trabajo.
La detective Linden, centro de gravedad de la acción, atrae hacia sí las fuerzas y los movimientos circundantes, su teléfono móvil no deja de sonar, no puede pararse, no puede rendirse. Todos piden paso al mismo tiempo, pero sólo hay un carril, una vía estrecha de circulación. Y una chica muerta. He aquí las evidencias. He aquí la realidad apremiante.
Dirigida
por el «creador» de la serie, Veena Cabreros Sud, junto a Patty Jenkins, Ed
Bianchi y la muy solvente cineasta Agnieszka
Holland, la trama avanza por sucesivas jornadas, aunque todas parecen la
misma, con rutinas sacudidas por giros inesperados. Cada día hay que volver a
empezar, casi desde cero: lo que ayer parecía revelador, hoy se esfuma.
La
extraordinaria fotografía da el tono adecuado a la narración. La cámara sitúa a
los protagonistas en claroscuros, dentro de ambientes cerrados, hostiles,
amenazadores, impregnados de la pertinaz lluvia gris de Seattle, materialmente
empapados, calados hasta los huesos, por el aguacero y la intriga criminal, con los nervios a flor de piel. No
puede haber descanso para quines están instalados en el reckless
moment. El resto del mundo debe esperar hasta descubrir quién mató a Rosie
Larsen.
Buenas D. Fernando
ResponderEliminarPues muchas gracias, no la conocía, y estaba esperando(falta un capítulo)a que acabase la cuarta temporada de "Breaking Bad", serie que me tiene tan enganchado como la propia metanfetamina.
Sobre The Killing, ya he localizado la primera temporada completa. SI vd. lo dice, hay que verla.Bajando.
No me gusta verlas hasta que están acabadas, ya me entiende, para poder verlas del tirón.
Por cierto, ha visto la trilogía en forma de miniserie "Red Riding: In the year of our lourd"1974-1980-1984.
Un saludo
Roy
Hola Fernando:
ResponderEliminarNo te lo vas a creer pero empecé a verla ayer!!! Por ahora he visto los tres primeros capítulos y el recuerdo de Twin Peaks es inevitable por esa lluvia que no cesa y esa música.
Llegué a ella porque en sólo una semana más de 3 personas me la recomendaron y, efectivamente, me está gustando.
Cuando termine la primera "season" volveré a comentar las impresiones generales. No sé cuándo será porque la temporada de series ha comenzado y estoy con las segundas entregas de Downton Abbey y The Good Wife, altamente recomendables ambas!
Salucines
He visto el primer episodio de la serie danesa, que me gusto mucho, pero que aparqué, ya que a mi también me gusta verlas de un tirón, o al menos los últimos capítulos, verlos con subtitulos sino puedo esperar.
ResponderEliminarAl mismo tiempo que estaba esperando, también me he ido bajando la versión americana, que no se donde leí, que no tenía nada que envidiar a la original.
Así que no voy a tardar en empezarla, y más, si usted me la recomienda.
Por cierto ya termine su librito de "Cine y Espectáculo" que nos regalaba en descarga y que es magnifico. El tercer capitulo es el que más me ha gustado, no se porque, pero así es.
Saludos!!
Espero, amigo Roy, que no le decepcione "The Killing". Sin ser una obra maestra, la serie tiene bastante calidad, y lo que es básico en este género: se sigue con muchísimo interés.
ResponderEliminarYo, como no veo la televisión, también hago como usted para visionar las series: espero a tener completa una temporada y la consumo de un tirón (lo que no significa de una sentada...).
No conozco la serie que comenta al final, "Red Riding". Intentaré buscar referencias de ella y le cuento.
Salucines
Entonces, amigo deWitt, esto no es teleserie, sino telepatía... Yo visioné "The Killing" este verano y todavía la tengo muy presente. Por lo que a mí respecta, me apunto a la segunda temporada de esta serie. Como a la de "Downton Abbey".
ResponderEliminarTendré presente lo que dices de "The Good Wife". La primera temporada está en la estantería, en lista de espera, desde hace muchos meses, pero no me decido a hacerle un sitio. Ya veremos...
Salucines
Yo, amigo Lorenzo, visioné el primer episodio de "The Killing" y a continuación la serie danesa. Y no tuve duda: seguí con la primera. La trama es similar, pero ésta tiene mucha más calidad. "Forbrydelsen" no hace olvidar en ningún momento la estética televisiva. "The Killing", en cambio, es cine, sólo cine, buen cine.
ResponderEliminarLe agradezco mucho su amable comentario sobre "Cine, espectáculo y 11-S".
Salucines
Seguiré vuestros pasos y en cuanto vea la primera temporada hablaré.
ResponderEliminarGracias y salucines Fernando.
Actitud muy sensata la tuya, Sidhe. Espero que te guste la serie. Ya me contarás.
ResponderEliminarSalucines
Ayer, precisamente, comencé a verla y ya me ha enganchado, aunque es inevitable recordar Twin Peaks.
ResponderEliminarBienvenida, Moniruki, a Cinema Genovés y gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEl punto de partida de The Killing remite, en efecto, a Twin Peaks, aunque ya verás como, a medida que avanza la trama, se olvida uno de la producción de Lynch.
Salucines
Pues no tenía ni idea, así que, tras la interesante reseña, apuntada queda.
ResponderEliminarMe ocurrió lo mismo con Twin Peaks: no acabé de verla porque llegó un punto en que me aburrió soberanamente y su pronunciado declive me alejó de la pantalla.
Ahora, como (igual que tú, Fernando) tampoco veo la tele, también procuro hacerme con temporadas enteras lo cual es una ventaja considerable porque es más fácil seguir la trama al no tener que aguardar los comerciales de turno rompiendo el ritmo... ;-)
Un abrazo.
Si te gusta el género, Josep, creo que la serie no te defraudará. Y no creo que "The Killing" siga la estela de "Twin Peaks", aunque ya está anunciada la segunda temporada. Entre otras razones, por que tras ella no hay un "creator" con el inmenso ego de Lynch. De momento.
ResponderEliminarPara mi gusto, francamente, hubiese sido mejor haber dejado resuelto el caso y la producción en esta misma entrega. A menos que quieran emular la gesta de "The Wire". En cuyo caso, volvemos a los problemas del Ego.
Salucines
Ya lo comenté en otra entrada, me recuerda a Twin Peaks, cuyos primeros capitulos me gustaron mucho más, creo que tenian mucho suspense. Eso sí la fastidiaron tratando de alargar la serie y metiendose en surrealismo, enanos y habitaciones rojas (se pasaron...). En este caso, por ahora me esta gustando, pero quizás no lo deban alargar mucho más. Este tipo de series, los casos ni tan largos como TPeaks, ni tan cortos como CSI.
ResponderEliminars2!!
Bienvenido, Stardust, a Cinema Genovés y gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo en ambos casos: Twin Peaks se alargó en exceso y ese es un error en el que no debería caer The Killing. No creo que ocurra esto segundo, pues la serie está centrada en los dos protagonistas principales. Aunque también a éstos pueden crecerle los enanos...
Salucines
Una serie muy bien creada y con un gran casting, lo unico que no veo tan claro es el guion quizas nos encontramos con algunos resquicios de series anteriores del mismo tema.
ResponderEliminarCierto, Chat, en lo que dices. Ocurre que es díficil ser plenamente original en una serie de este género. Aun así, vale la pena, la verdad.
ResponderEliminarSalucines