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miércoles, 3 de agosto de 2011

LA IRONÍA


EL HUMOR, EN 5 EPISODIOS (4)

Ahí los tienen, a John Barrymore y a Claudette Colbert en un fotograma de Medianoche (Midnight , 1939), deliciosa comedia realizada por el versátil director norteamericano Mitchell Leisen. Observen la interpretación de ambos comediantes: elegante, alusiva, distante, evasiva, insinuante. Pues bien, de la ironía ―la gestual y la verbalizada―, tratamos en nuestro episodio de esta semana veraniega.
Si no ven claro de qué va la cosa, atentos a este otro fotograma.


De entre todas las clases de humor, la ironía es, para mi gusto y entendimiento, la más satisfactoria. Según vengo sosteniendo en este Especial, el humor es cosa bien distinta de los humores, como han sido llamados determinados flujos del cuerpo animal. Por esta razón, la ironía es producto de los tipos con genio, que poco tiene que ver con los genotipos...
Aunque, bien pensado, puede que algo de congénito tenga la ironía en algunos cuerpos y espíritus. Como es el caso, si pensamos en actores de cine, de Clark Gable.



O, si atendemos a la galaxia de las actrices, el de Marlene Dietrich.

La ironía extrae la savia gozosa de la combinación del buen humor, el recto entendimiento y sentido de la medida. No surge de una cantera inagotable (o mejor, agotadora) de chacotas y guasas, ni de un carrusel de chistes. Ni puede presentarse a un concurso de resistencia (festival de la risa). Reíd, reíd, malditos.... El sentido de lo verdaderamente gracioso proviene de la sutileza, el control, la oportunidad y la calidad. Nunca de la cantidad. Por ello, saboreamos la ironía como lo que es: un placer amable y refinado.
Si bien existe una mirada y una perspectiva irónicas, no es tarea fácil encontrar un título cinematográfico íntegranente irónico, que concentre y sintetice en dos horas el humor irónico. No es un reto, sino una estimación. Probablemente, la razón de esta circunstancia ya haya sido señalada: la ironía no se manifiesta en bloque, en cadena, in toto. Licor exquisito, debe darse con moderación, beberse en breves sorbos, verse en gestos, adivinarse en breves diálogos. ¿Qué es la ironía? Extracto de humor elegante.

Sí hay, qué duda cabe, actores especialmente dotados para estos refinamientos. Referiré, a continuación, algunos nombres ejemplares: Glark Gable, Edward Everett Horton, Fred Astaire, Frederich March, Spencer Tracy, Laurence Olivier, David Niven, Clifton Webbs, William Holden. No, no me olvido de George Sanders.

En cuanto a las damas (no dames, ojo), Marlene Dietrich, Claudette Colbert, Lauren Bacall, Rosalind Rusell, Maggie Smith. Y Mae West, claro

La ironía en la interpretación viene de la mano de los comentarios y las réplicas (hablaríamos, entonces, del ingenio del guionista). Pero también de las miradas, las sonrisas, las expresiones; de la actuación, en suma.

La ironía lleva la realidad al absurdo por medio de la agudeza del humor. Allí tritura el lenguaje, retornándolo al mundo convertido en frase deformada, con doble sentido, en requiebro, agudeza, ocurrencia sugerente. En ocasiones, emplea el estilo directo, seco, incisivo. Deberemos hablar, entonces,  de «sarcasmo», el miembro gamberro de la familia. Ambos términos serían algo así como el Dr. Jekyll y el Mr. Hyde del humor elevado; por refinamiento y de tono, respectivamente. Uno y otro revelan, en quienes los utilizan, un ánimo mordaz y satírico (no sátiro), crítico y ácido (no amargo). Anuncian un espíritu burlón.
Hacer burla del sinsentido de tantas cosas, de la conducta de tantos tontos... He aquí el propósito de la ironía y el sarcasmo, versión light y hard del humor de altura. El sentido de la medida sería el guía de la guasa y la mofa; el que marca los límites. Para no pasarse... La misma expresión «burlar» da cuenta de la doble significación de «bromear» y «engañar», que suelen unidas, aunque es en el humor donde logran un mayor provecho. ¿Qué es un verdadero cómico sino un burlador?
Ahora bien, no confundir la ironía ni el sarcasmo con el cinismo. Comprobemos la diferencia. Fijemos nuestra atención en la expresión de John Malkovich encarnando al Vizconde de Valmont en Las amistades peligrosas (Dangerous Liaisons, 1988), filme dirigido por Stephen Frears:


No hay violencia en el humor bien entendido. Sino todo lo contrario. La ironía y la sana comicidad suelen resolver pacíficamente situaciones tensas y «violentas» en las relaciones humanas, las cuales sin su concurso sutil y apaciguador, fácilmente acabarían decidiéndose por las bravas. El buen humor ayuda a rebajar la dureza de la realidad para hacerla así más amable y soportable.
La clase de humor que aquí nos interesa (el humor con clase) no pertenece en exclusividad al ámbito de la comedia sofisticada. El cine negro, género en el que también hallamos una cruda representación de lo real, está repleto de humor irónico. El detective Sam Spade, pero, principalmente, Philip Marlowe, suavizan sus duras y frías actuaciones con una fina ironía.
En El sueño eterno (Big Sleep, 1946), película dirigida por Howard Hawks, encontramos una de esas selectas réplicas merecedoras de ser cinceladas en mármol. Aunque el mérito se debe, sobre todo, al creador del personaje, el novelista Raymond Chandler. Marlowe (Humphrey Bogart) es llamado por el General Sternwood (Charles Waldrom) a su mansión a fin de resolver un caso. Antes de recibirle el General, lo asalta su hija Carmen (Martha Vickers). Todo un «caso», en efecto: joven de cuerpo, niña de mente...

CARMEN. No es usted muy alto, ¿verdad?
MARLOWE. Bueno, hice todo lo que pude.


No podía dejar de lado a Sherlock Holmes, el aristócrata de los detectives y estilizado humorista. En la extraordinaria (y atrozmente mutilada) película La vida privada de Sherlock Holmes (The Private Life of Sherlock Holmes, 1970), dirigida por Billy Wilder, podemos escuchar el siguiente excursus del maestro de la deducción, como colofón de la queja trasladada al Dr. Watson por las licencias tomadas a la hora de describirlo en los textos:

HOLMES. Le has dado al lector la impresión de que soy un misógino. En realidad, no me molestan las mujeres. Simplemente, no les tengo confianza... El brillo en sus ojos y el arsénico en la sopa.

¿Ironía? Elemental, mis queridos amigos.

Próximo y último episodio de «El humor, en 5 episodios (y 5)»: «PAYASOS».
Aquí, en la TERRAZA DE VERANO  de Cinema Genovés


14 comentarios:

  1. Hola

    He visto que te has puesto como seguidor en mi blog y tu avatar me ha traído hasta este lugar estupendo que desconocía totalmente, y que enlazaré con el mio, si te parece bien. Repito, felictaciones, me parece que tienes un gran blog, sólo le he echado un ojo por encima, porque hay mucha miga y ahora no tengo tiempo, pero hablas de lo que a mi me gusta. Creo que nos entenderemos.

    Un saludo

    Roy B:

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  2. Estupenda entrada.

    Un saludo sin "ironia"

    Roy B.

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  3. Bienvenido, Roy Bean, a Cinema Genovés, y gracias por tus amables comentarios.

    También yo he descubierto recientemente tu magnífico blog "Ganarse un acre", de manera que todavía tengo que ponerme al día sobre su rico contenido. Pero no lo perderé de vista...

    Salucines

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  4. Amigo Genovés:

    He encontrado un hueco para seguir con interés los capítulos de esta tu "serie veraniega" y efectivamente, como apuntabas en tu anterior entrada, en este capítulo es en donde encajo yo como persona y como espectador. Poco o nada puedo añadir a tu excelente (e irónico) análisis salvo algún que otro "fotograma" que nos ayude a ilustrar, todavía más, esta clase de humor.

    Mencionas a la gran Maggie Smith y aunque para mí es un claro ejemplo de la ironía hecha mujer, me viene a la memoria de forma inmediata su interpretación en Gosford Park y, por extensión, en toda la retahíla de papeles similares que nos ha brindado. Soberbia, exquisita, educada...una palabra suya bastará para alegrarme.

    Quizás porque la volví a ver anoche, me atrevo a traer aquí al Peter O´Toole de "Cómo robar un millón" mofándose irónicamente de la querencia de Audrey "Nicole" Hepburn por Givenchy, aunque su guión está repleto de frases irónicas y sarcásticas. No me puedo olvidar del director, ese gran William Wyler que tapa la cara de miedo de Hepburn con un libro de Hitchcock. Hasta la música es irónica en esta película a la que, sin duda, dedicaré una entrada, quizás a mi (espero que pronto) regreso.

    Brillante entrada para una persona tan irónica como yo que emplea el pseudónimo de Addison DeWitt para confesarse ¿por qué será?.

    Saludos

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  5. Te estoy muy agradecido, amigo deWitt, por hacer un hueco en tus "pseudovacaciones" y regalarnos un real comentario. ¡Qué digo "real"! ¡Soberano comentario...!

    En mi lista de "irónicos/as", confío en que sean todos los que están, anque no estén todos los que son. Si te gusta, como a mí, Maggie Smith, no te la puedes perder en su papel de la serie "Downton Abbey". Maggie en el apoteosis de las réplicas irónicas. La serie es correcta (sólo correcta; en series, la FOX y la HBO son hoy las que mandan), pero lady Smith está soberbia.

    Y haces bien en citar a Peter O'Toole, excelente actor que no sólo brilla en papeles de atormentado héroe ("Lord Jim", "Lawrence de Arabia"), sino también en la comedia. Me gusta mucho "Cómo robar un millón y...". Espero leer pronto tu reseña sobre esta deliciosa película. Y también que reactives de nuevo tu espléndido blog "Yo confieso"

    Sabía que te gustaría el homenaje a George Sanders...

    Salucines

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  6. Downton Abbey: ya la he visto y estoy a la espera de la segunda temporada. De acuerdo contigo: es sólo correcta, pero gracias a Smith es "algo más correcta".

    Volveré pronto!

    salucines

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  7. Pues sí, deWitt, aun sin ser "Downton Abbey" una gran serie, creo que también yo intentaré hacerme con la segunda temporada. ¡Todo sea por seguir disfrutando de la ironía de Maggie Smith!

    Salucines

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  8. Hola, yo la ví el a princios de año, y también estoy de acuerdo en que es una seríe que suma, tiene bastantes tentáculos que van moviéndose por ahí, sin llegar a cerrarse ninguno. Particularmente me gusta, y suscribo lo de M. Smith.

    Saludos.

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  9. Hola, Roy Bean. Tal vez por haberse consagrado al teatro, la carrera cinematográfica de Maggie Smith es bastante discretita. Sobre todo, por su irregularidad. Combinar Shakespeare con Harry Potter es todo un riesgo.

    A las órdenes de Robert Altman hizo, no hace muchos años, un buen papel en el filme "Gosford Park". Que, por cierto, recuerda al que interpreta en la serie "Downton Abbey".

    Salucines

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  10. Si, de hecho, yo le he sacado más relación a D.A. con Gosford Park, que con la que le sacan habitualmente, o por lo menos he visto que es "Arriba y abajo". Pracicamente M. Smith ha labrado su carrera con H. Potter, si contamos que está desde la primera entrega, a comienzos de esta era, pero yo la recuerdo en pequeñas (o grandes, quién lo dirá) obras ochenteras, sobre todo "Un cadaver a los postres" que valgame el cielo nos vuelve a remitir a Gosford Park.

    Un saludo

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  11. Hola, de nuevo, Roy. Just call me Roy...

    Hombre, yo diría que más que su carrera cinematográfica, Maggie Smith ha labrado la popularidad entre el "gran público" con la serie Harry Potter. Pero como bien dices los aficionados al cine la recordamos en filmes "grandes". ¿Qué me dices de su Desdemona junto a Laurence Olivier? ¿O de sus intervenciones en "Viajes con mi tía" de Cukor y "Mujeres en Venecia" de Mankiewicz.

    Salucines

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  12. Hola de nuevo Fernando.

    Tienes toda la razón, no recordaba para nada esos títulos, con el agravante de que Mujeres en Venecia no hace demasiado que la he visto. Debe llegar un momento que se nos satura el "cajón" películas. Ahora también la recuerdo en Una habitación con vistas. Será cosa de ir a IMDB, para aclararse.

    Un saludo

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  13. Pues fíjate, Roy. Después de todo, y a pesar de Potter, recordando películas interpretadas por Maggie Smith, nos sale una filmografía bastante aceptable la de esta señora. Y seguro que nos hemos dejado en el tintero alguna que otra obrita memorable.

    Por lo demás, al traer a cuento "Mujeres en Venecia", he caído en la cuenta de que ¡olvidé a Rex Harrison! al elaborar la lista del post en la que enumero a actores representativos por su "vis irónica".

    Salucines

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