Páginas

lunes, 7 de febrero de 2011

FUNNY FACE (1957)

LA EMPATÍA, TOMADA A BROMA (2)

UN BESO EMPÁTICO
Todo buen aficionado al cine recuerda esta famosa escena del musical Funny Face (Una cara con ángel, 1957) dirigido por el maestro del género Stanley Donen. Un pelotón de redactores de la revista de moda Quality, con la directora y el fotógrafo Dick Avery (Fred Astaire) al frente, ocupan por las bravas una recoleta librería del Village neoyorquino, atendida por la frágil y tímida Jo Stockton  (Audrey Hepburn), con el objeto (en realidad, objetivo) de efectuar un reportaje fotográfico de vestuario femenino con fondo intelectual... Finalizado el abordaje, con la tienda trastornada, desordenados los libros y aturdida la dependienta, Richard «Dick» Avery (notorio sosias del gran fotógrafo Richard Avedon), conmovido a la vista de los efectos del asalto y de la desolación de la muchacha, decide ayudarla a restablecer el orden del local.

Mientras se aplican parsimoniosamente a la tarea, hablan de todo un poco. Jo intenta explicar al frívolo artista en qué consiste el empaticalismo (empathicalism) , doctrina filosófica que hace estragos en París y tiene fascinada a la joven. La empatía, explica la profesora en prácticas, es la facultad que permite ponerte en el lugar del otro. O sea, la capacidad de sentir lo que otro está sintiendo. De este modo, podemos compartir los sentimientos con los demás. Dick cree haber captado el mensaje y, sin perder tiempo, besa a la joven. La inesperada reacción del fotógrafo desorienta sobremanera a la muchacha, quien exige una explicación.


JO: ¿Por qué lo ha hecho?
DICK: Por empatía. Me puse en tu lugar y sentí que querías que te besara.
JO: Pues, se ha puesto en el lugar equivocado. No quiero que me besen. Ni usted, ni nadie.
DICK: No seas tonta. Todos queremos que nos besen, incluso los filósofos.

Persona antes que filósofo —como David Hume quería que funcionara la cosa— , en Jo, el amor ha llamado a la puerta. Tras la ilustrada conversación, y como no podía ser menos, la joven intelectual queda perdidamente enamorada del maduro fotógrafo.

Empaticalismo, por supuesto, no significa nada, ni dentro ni fuera de la película. El término sirve tan sólo para aludir al existencialismo francés visto por el ojo fílmico de Hollywood. Cuestión de empatía fonética, a fin de cuentas. Afinidad fonética que, asimismo, encontramos entre «empático» y «enfático». Dice el Diccionario de Lengua Española sobre el término «énfasis»: «Figura que consiste en dar a entender más de lo que realmente se expresa.» ¿No es esto simpático?

 Continuará...

10 comentarios:

  1. Empatía como excusa para besar a alguien tan besable como Audrey. Tan válida como cualquier otra.

    Saludos!

    Por cierto, una película encantadora. Nada que ver con esa otra "Cara de Ángel", un noir excelente.

    ResponderEliminar
  2. Cierto, Ethan, "Funny Face" es un musical de los grandes, a pesar de la considerable diferencia de edad entre los dos protagonistas. Después de todo, Audrey ya estaba entrenada: tuvo que hacer como que se enamoraba del mustio Bogart en "Sabrina" de Wilder. Aquí, por lo menos, Astaire está entusiasta y saltarín, como siempre.
    Salucines.

    ResponderEliminar
  3. Tengo una foto enorme de Audrey justo en el camino que me lleva al Cuartel de Invierno y la de Holly, fumando en su larga pipa (entonzzes estaba bien visto fumar, no como ahora…) presidiendo la cabezzera de mi cama. Audrey me gusta, no por ella misma, sino porque me apasiona Holly, metiendo zzapatillas en la nevera y desafinando en el tiro de una escalera de inzzendios de un edifizzio cualquiera.

    A Fred Aster, le has descrito muy bien. Mayor y saltarín. Ha sido grazzioso.

    Caperuzzita

    Possdata: Los besos no se dan por empatía, se dan por plazzer, por pasión y con fervor…

    ResponderEliminar
  4. Caperuzzita: Audrey Hepburn está maravillosa en "Desayuno con diamantes" y en el resto de películas en que intervino. Tal era su encanto. Y a Fred Astaire lo considero el más grande bailarín de la historia del cine, además de un solvente cantante y un buen actor. Tan ágil era, incluso de mayor, que Guillermo Cabrera Infante dijo que Astaire siempre estaba en el aire...
    Salucines.

    ResponderEliminar
  5. Ja, ja, me parece muy acertado el comentario de Ethan y lo certifico.
    Audrey tenía encantos para todo el mundo pero sobretodo para los maduros y en "Funny Face" ya lo creo que había diferencia.
    Me ha picado el gustillo devolver a ver esta peli.Cuando la ví creo que no me entusiasmó...tal vez porque andaba en trapicheos con otros movimientos y tendencias.
    Menos mal que ahora se puede colocar cada peli en su lugar correspondiente.
    Un abrazote.

    ResponderEliminar
  6. Anro, señalas un punto crucial en la experiencia cinematográfica: cada peli acaba colocándose en su lugar correspondiente, ¡y no en el lugar de otra! O sea, un poco de lo que va esta miniserie que aquí presento sobre la empatía y el cine.

    Por lo demás, sin una mirada libre e inteligente, la cinefilia acaba siendo tan poco excitante y tan bruta como la zoofilia... Todavía recuerdo que confesar en un cine-club de los año 70 que prefería mil veces el cine de Ford o Wilder al de Bergman o Antonioni casi me llevó a la hoguera.

    ¡Ánimo, pues, y date el gusto de una revisitación de "Funny Face"! Pero cuidado y ¡no pongas otra peli en lugar de ésa!
    Salucines.

    ResponderEliminar
  7. Parece que el beso de Astaire fue más "enfático" que "empático", sólo hay que ver la reacción de Audrey en la tercera foto.

    Como comenta el amigo Anro yo también tengo que colocar esta película en su sitio, ya que no la he visto, podría ser un comienzo tan bueno como otro cualquiera para reintentarlo con el género musical... que nunca ha sido lo mío.
    Simpáticos saludos

    ResponderEliminar
  8. ¡Hombre, amigo David, qué me dices del musical! El musical significa en el cine nada menos que la apoteosis de la alegría de vivir. No sería mala idea que pensaras en un ciclo para tu blog sobre ese género maravilloso. Ahora mismo se me ocurren 10 obras maestras. "Funny Face" sería una de ellas. Y no lo digo con énfasis, sino de modo muy ponderado.
    Salucines.

    ResponderEliminar
  9. Pues a mí, me apasiona el zzine de Bergman. Desde niña me encanta.

    Los musicales, también. Casi, por enzzima de todos

    ALL THAT JAZZ.

    Caperuzzita

    ResponderEliminar
  10. ¡Vaya niña más precoz! En cualquier caso, ya tenemos dos musicales imprescindibles: "Funny Face" de Stanley Donen y "All That Jazz" de Bob Fosse.
    Salucines.

    ResponderEliminar