Una de las características claves de las series de televisión viene concentrada en una sola palabra en español: «continuará». O en tres: To be continued, en inglés. En esa palabra o frase quedan sintetizados el sentido y el recorrido de una serie. A diferencia, por ejemplo, de un filme. Dejando a un lado experimentalismos y vanguardismos al uso, una película juega dentro de un campo espacial definido y con unas reglas de tiempo marcadas, dejando así prefigurados, de antemano —para que no haya duda, en la ficha de la misma o, antes, en el programa de mano—, el principio y el final. The End, en inglés.
Cierto es que existen en la historia del cine productos manufacturados en forma de trilogía y en otros surtidos variados, con sucesiones, alargamientos y continuaciones de mayor o menor extensión. Algunos filmes incluso son rodados en varias partes simultáneamente: El señor de los anillos (The Lord of the Rings, 2001), de Peter Jackson, es un caso muy conocido. Pero, por lo general, las segundas (o sucesivas) partes suelen devenir del éxito, imposible de predecir, de los estrenos previos. Comoquiera que sea, los filmes estructurados en partes son la excepción en el catálogo general de películas.
Las series, en cambio, son, por definición, concebidas, compuestas y rodadas en capítulos y por temporadas. Producidas y armadas como las cadenas de metal, eslabón con eslabón, anillo con anillo, pieza con pieza, su duración es variable, dependiendo de las cadenas… de TV y las productoras.
Lo sustancial de la serie televisiva está en lo que vemos en cada capítulo, pero, también, en lo que veremos a continuación, en lo que viene después, en qué sucederá.
Series hay, ciertamente, concebidas a base de capítulos «cerrados», con una trama completa, tarea mejor o peor cumplida, que pueden verse separados del resto, independientemente, sin perder por ello el hilo principal. Esto es típico en las miniseries; pienso ahora mismo en la reciente Sherlock (BBC, 2010). Pero, insisto, lo distintivo de las series para la TV es la sucesión, el ciclo y la continuación.
Por este motivo, es esencial ofrecer al espectador el resumen de los capítulos previamente emitidos, fórmula hoy condensada en el rótulo «Previamente en…». Previously in..., en inglés. (No es pedantería ni mofa por mi parte esta traducción simultánea. Es sólo que yo sigo las series en VO y estas expresiones son las que me vienen en primer lugar a la memoria).
Seguiremos escribiendo sobre series de TV. La sección, pues, continuará…
Pues hubo otras "series" (seriales más bien) que nacieron cuando el cine daba sus primeros pasos. En Francia y en USA, también en Alemania, tuvieron mucho éxito. Acabo de ver los doce capítulos de "Les Vampires" de Louis Feuillade y, a pesar de lo rudimentario de la trama y el rodaje, sorprende ver algunos travellings en profundidad y, sobre todo, el buen hacer de Musidora y su personaje Irma Vep (hay que tener en cuenta que hablamos de 1915)
ResponderEliminarSaludos!
Sí, cierto, en la historia del cine hay casos muy curiosos de seriales (muy bien el diferenciarlo de "series") desde sus comienzos. Por ejemplo, Fritz Lang fue un apasionado de este género. En 1919 rueda "Las arañas", cuya continuación viene un año más tarde. Bastante después dirige nada menos que "Los Nibelungos" y continuación. En los años cincuenta, de vuelta a Alemania, "La tumba india" y continuación. Pero es que en 1922 filma "El doctor Mabuse", no apareciendo la secuela ¡hasta 1960! Su último filme, si no recuerdo mal.
ResponderEliminarNo he visto el serial de Feuillade. Intentaré hacerme con él.
Saludos.