Título
versión española: Espejismos
Duración:
83 minutos
Nacionalidad:
EE UU
Director: King
Vidor
Guión: Agnes Christine Johnston, Laurence Stallings,
Wanda Tuchock, Ralph Spence
Música: Carl Davis en la versión restaurada
Fotografía: John Arnold
Reparto: Marion Davies, William Haines, Dell
Henderson, Paul Ralli, Tenen Holtz, Harry Gribbon, Sidney Bracey, Polly Moran,
Albert Conti.
Producción:
Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Cosmopolitan Productions
El cine de
Hollywood es portentoso. El cine sobre
Hollywood, también. El invento y la técnica del cinematógrafo llegaron de
Europa. Pero en América se hicieron arte, arte mayor, arte con mayúsculas, el
«oficio del siglo XX» (Guillermo Cabrera Infante), séptimo arte. Admira comprobar la capacidad de inventiva
e innovación, de talento y experimentación, que se forjó en estos valles y
colinas de California en pocos años, a pasos agigantados, de la mano de
gente entusiasta y emprendedora, con espíritu de riesgo y sin complejos.
Impresiona,
asimismo, advertir la disposición libre y crítica que los pioneros del cine
pusieron de manifiesto en el trabajo que realizaban, su inclinación hacia la
parodia y la sátira. ¿Realismo? No, apenas nada. Eso se quedó en y para el Viejo Continente. En Hollywood triunfa el
idealismo, la creación y la recreación, la ilusión y el ilusionismo, el arte de
fabricar sueños, de entretener y divertir. Es así que al tiempo que
exploraban e inventaban géneros, el
propio mundo del cine fue tomado muy pronto como objeto y argumento sobre el
que hacer películas. Y todo ello con gran sentido del humor, no tomándose a sí mismos muy en serio. En cualquier caso, los colonos del
cinematógrafo eran, en su mayor parte, capaces de pasar del drama a la comedia,
y viceversa, con sumo aplomo y destreza.
Este
preludio viene a cuento de King Vidor
y el film Show People (Espejismos,
1928). Una joyita para cualquier espectador, especialmente para el cinéfilo
ávido de referencias y autorreferencias de películas y estrellas. El argumento
es en este caso sólo un pretexto que sirve de entrada al espectáculo. Peggy
Pepper, aspirante a actriz (Marion
Davies; primera ironía del film), acompañada por su padre, el coronel
Pepper (Dell Henderson), llega en
Hollywood con el firme propósito de convertirse en una superstar. Entran por la
gran avenida de la ciudad, salpicada de mil y un letreros con una invariable divisa,
«Hollywood», lo que lleva a la muchacha a una sorprendente conclusión: vaya,
esto debe ser Hollywood…
Una vez el
estudio, entran en la cafetería para almorzar. Los clientes acuden al local con el
vestuario de trabajo; hay indios y vaqueros, damas de compañía de María
Antonieta y coristas, y en este plan. El coronel Pepper, vestido de ropa de
calle, su indumentaria habitual, recibe este saludo de bienvenida: buen disfraz
de sureño el suyo, amigo mío… La parodia que no cesa.
Las
distintas pruebas que realiza en los platós del estudio, así como los pasos
perdidos de la novata Peggy deambulando en territorio ignoto, dan pie para mostrar (y como
digo, parodiar) variados géneros del cine de la época, sobre todo, el slapstick,
perfecto vehículo con el que explayarse el film en escenas cómicas de persecuciones,
tartazos y demás porrazos. Como es sabido, un buen número de famosas actrices se
iniciaron en el oficio interpretando esta clase de papeles (Gloria Swanson,
Jean Harlow, etcétera), por no mencionar ahora los de tono más subido y
licencioso que algunas de ellas protagonizaron, por si hay menores en la sala…
Para ser
artista, hay que saber hacer de todo. Como divertida presentación en el
estudio, Peggy hace una exhibición de
sus dotes interpretativas al recepcionista de turno, a quien toma por
director o productor, qué sabe aún la criatura de las particularidades de la
profesión. Posteriormente, tiene lugar una de las escenas más divertidas y
logradas del film, en la que en una prueba, la joven tiene que cambiar en segundos,
a partir de las directrices dadas por el director, de clave interpretativa:
ahora triste, ahora alegre, ahora ríe, ahora llora…
Durante el
recorrido por el laberinto de la fábrica de los sueños, allí donde todo es posible, acompañada
por Billy Boone (William Haines),
otro joven aspirante a famoso, hay que estar atentos para que no pasen
desapercibidos los cameos de grandes estrellas, como Charlie Chaplin («¿quién
este hombre bajito?», pregunta Peggy a su cicerone Billy), Douglas Fairbanks,
John Gilbert, Mae Murray, Norma Talmadge, William S. Hart (el primer cowboy-estrella
de la pantalla), así como los propios King Vidor y… Marion Davies (sí, sí,
Peggy se topa de pronto con la célebre estrella Marion Davies, a quien dirige
un gesto de indiferencia…). Incluso Louella Parsons se deja ver por allí.
La última
secuencia del film representa la
apoteosis de la parodia. Peggy y Billy se meten en el rodaje de una
película de guerra que está rodando King Vidor. Por el vestuario y la
ambientación todo indica que se trata de El
gran desfile (Big Parade, 1925); en la escena del banquete de Show People hemos visto, justamente, a
los principales protagonista del título homenajeado, John Gilbert y Renée
Adorée. Tal vez algún día Mr. Vidor cuente con la Davies para hacer un papel…
¡Extra! ¡Extra!
En el film
Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941),
dirigida por Orson Welles, hay una nueva parodia de personajes, puesto que,
según muchas interpretaciones, los personajes de Kane (Orson Welles) y su segunda esposa, Susan Alexander Kane (Dorothy Comingore), cantante de ópera con pocas dotes, aunque
empujada por el poderoso Kane para triunfar en los teatros, estarían inspirados
en William Randolph Hearst y en Marion Davies.
¡Qué interesante Fernando! Tomo muy buena nota porque últimamente (y casualmente) me encontré con varias películas sobre películas, cine dentro del cine, y pensaba en dedicarle una entrada en un futuro incierto.
ResponderEliminarSalucines
Me alegra, amigo deWitt, haberte proporcionado una buena pieza para la lista de películas sobre películas que preparas. Y no es una lista corta. Espero leer pronto esa entrada...
EliminarSalucines
Me resulta curiosa ésta pelicula y sobre todo conocer el trabajo de Marion Davis que para mí siempre será la amante de Randolph Hearst principalmente.
ResponderEliminarTomo nota de todo ya que desconozco éstos films casi por completo.
Saludos
La filmografía de la Davies no es nada apasionante, la verdad sea dicha. Pero, "Show People" es un título muy interesante, amén de muy divertido.
Eliminar"Ciudadano Kane" sí la conocías, ¿verdad?...
Salucines
Si te he pillado con "Hijos de los hombres" acabas de hacer lo propio con "Show People"... de la que no tenía ni pajolera idea de su existencia... Pero bueno, a decir verdad, yo del cine de transición entre el mudo y el sonoro ando bastante pez y tu estas hecho todo un experto.
ResponderEliminarMe gustaría hacer una pequeña reflexión sobre Vidor (King), es un poco sorprendente como un realizador de su categoría ha caído progresivamente en un estado de semiolvido, este hombre tiene una filmografía supersólida y atesora unas cuantas obras maestras dentro de las misma.
No se si entra dentro de los parámetros de Hollywood Revelado II, pero sería bueno reivindicarlo.
Yo pienso hacer un día de estos una reseña sobre "La Ciudadela", por deferencia profesional y porque me parece una gran película.
Salucines
Te agradezco, amigo David, tu mención a "Hollywood revelado", muestra de que este proyecto no ha pasado desapercibido.
EliminarVidor no entra en los planes de los tres volúmenes de la serie hasta ahora previstos. Puedes ver el contenido de los mismos en el blog dedicado a nuestro proyecto (enlace en la parte superior derecha de Cinema Genovés). La razón está, en efecto, en que no entra en el parámetro definido de cineastas de Hollywood a revelar. Uno de los criterios establecidos es el de seleccionar a directores americanos cuya obra apenas haya sido analizada en libros y revistas especializadas; especialmente, si no están disponibles en español.
Afortunadamente Vidor es un director bastante estudiado, además de reconocido públicamente. Hay bastante escrito sobre su vida y obra. Con nuestro criterio, expuesto en la Introducción del primer tomo, entran muchos cineastas, no creas...
Salucines
Se nota que está vd. en su salsa. Pues es un Vidor que no he visto, y eso que de Vidor, entre nosotros, hay poco (o mucho) que hablar sobre su filmo, director admirado. Me voy a los anchos prados muleros a buscarla piso-facto.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Se nota, ¿verdad? Es que hablar de Vidor anima a cualquiera. Estamos hablando de un pionero y un gran maestro del cine. Sobre todo sus primeros títulos son los que más me gustan de su obra. Cosa que no le extrañará que le diga...
EliminarSalucines
Evidentemente sí maestro Genovés, ¿quién no conoce Ciudadano Kane..?
ResponderEliminarHe visto hace poco una pelicula con pinta de telefilm El maullido del gato(20001)me resultó cuando menos curiosa, trata de un suceso,no sé hasta que punto real, en el barco de Hearst.
En una de esas fiestas que celebraba el magnate de la prensa con su querida Marion e invitados de "lujo" o menos, entre ellos Louella Parsons(Jennifer Tilly) y el genial Chaplin que era dicho sea de paso bastante mujeriego y en ese momento andaba detrás de la Davis. Se produce un asesinato por error, otro de los invitados, un productor de cine, debido a los celos de W.R.H , en su afán por protegerse a si mismo y a Marion, utiliza su poder para manejar el asunto.
La actriz que la interpreta es Kirsten Dunst..nadie supo realmente lo que ocurrió porque él, W.R.Hearst, se encargó de "contar" otra historia, mejor dicho que la prensa contara otra versión.
Hay muchisimas historias alrededor de ésta pareja( reales o imaginarias). Sin duda la mejor Ciudadano Kane.
Salucines
Ya imaginaba yo, abril, que el Kane ese no te sería extraño...
EliminarNo conozco la peli que dices pero sí el caso. Se trata de la muerte del gran productor y director Thomas H. Ince, otro de esos directores pendientes de ser revelado... Hay muchas versiones de su muerte. Y la Louella, que es quien parece que estaba presente cuando los hechos, contó lo que quiso. Lo cierto es que Ince murió de un disparo de Hearts. Accidental o no, he aquí la cuestión...
Salucines
Esta película, conforme te iba leyendo, Fernando, me iba "sonando" y me parece que la habré visto en la tele, pero he de reconocer que forma parte del buen paquete de películas de King Vidor de las que apenas tengo deslavazados recuerdos y que algún día habré de recuperr con garantías para situarlas donde deben estar. Por suerte estás tú para recordarme mis carencias.
ResponderEliminarUn abrazo.