Título
original: The Iron Lady
Año: 2011
Duración:
105 min.
Nacionalidad:
Reino Unido
Directora:
Phyllida Lloyd
Guión: Abi Morgan
Música: Clint Mansell, Thomas Newman
Fotografía: Elliot Davis
Reparto: Meryl Streep, Jim Broadbent, Anthony Head,
Richard E. Grant, Roger Allam, Olivia Colman, Nicholas Farrell, Alexandra
Roach, Harry Lloyd
Producción:
Pathe / Film4
Los
seguidores y amigos de Cinema Genovés
estarán un tanto sorprendidos por la atención que últimamente prestamos en este
espacio a estrenos y films producidos en estos últimos años. No teman. Nuestro
corazón sigue pintado en blanco y negro, nuestra boca sellada como una película
muda. No hay aggiornamiento ni
reconversión ni ajustes en la programación ni cambio de dirección que valgan.
La ceremonia de los Oscar de la Academia de Hollywood, además de los Festivales de
cine de todo género, nos siguen interesando poco. El cine experimental y el
vanguardismo, menos todavía. Continuamos, pues, siendo respetuosos con nuestros
principios fundacionales, siempre atentos a los films valiosos, vengan de donde
vengan, y cuando vengan. Ah, pero cuando el presente nos trae buenas nuevas,
¡sean bienvenidas! ¡Celebrémoslo!
A propósito de good news y de
principios, nos ocupamos hoy de La dama de hierro (2011), un film muy estimable, una historia acerca
de una mujer poderosa, con carácter y con principios: Margaret Thatcher. Un film que merece ser visionado sin reservas. Producción
británica, la película compone un sólido y muy solvente biopic sobre la persona —y el personaje— que llegó a ser primera
ministra del Gobierno británico desde 1979 a 1990. El género ha dado en el
Reino Unido de los últimos tiempos otro título cuyo cotejo con el ya citado no
es ocioso ni gratuito: The Queen (La reina, 2006), film dirigido por Stephen Frears y protagonizado por Helen Mirren. En ambos casos, nos hallamos ante dos trabajos muy
bien escritos y realizados, serios y muy respetuosos con la figura de
referencia.
Lejos
de caer en la innecesaria hagiografía, The
Iron Lady sortea felizmente también el libelo y la inelegante afrenta,
según los casos y las simpatías de cada cual. Controvertible (y sospechosa) actitud sí lo es
el realizar apologías cinematográficas del terrorismo
y la violencia, de sátrapas y dictadores, jueces fuera de la ley, asesinos en serie o canallas
de toda laya. Pero, en esta ocasión, estamos ante una cinta que narra (parte
de) la biografía personal y política de una estadista que ha escrito algunas
páginas trascendentales de unos de los países que más pueden presumir, a lo largo
de su historia, de democracia y respeto por la libertad. La prevención, el recelo
o el forzado escrúpulo estarían en este caso fuera de lugar.
Esto
es así, particularmente, porque el film ha tenido el buen criterio de primar la
faceta humana del personaje sobre la institucional (virtud que comparte con la
mencionada The Queen). Sobran, por
tanto, comentarios en el sentido de si le sobra o falta a la historia guión algún
capítulo determinado de la biografía de la señora Thatcher, o si incide lo
suficiente en aspectos cruciales de la misma: las medidas que tomó sobre
política económica, el pulso que mantuvo con las Trade Unions, la Guerra de
las Malvinas, la importante contribución que tuvo en la caída del Telón de
Acero y el comunismo o la reforma de las tasas locales. Algunos la odiarán por
esto; otros, le estarán muy agradecidos. El film apunta, con todo, al corazón
de la mujer Thacher, a la esposa y a la madre, más que a la cabeza de la prime minister.
Como
no hay moneda sin dos caras, resulta imposible obviar alguna de ellas. Es de
agradecer, entonces, la evitación del énfasis y el subrayado. Bastan algunos
pequeños detalles para mostrar, por ejemplo, las profundas inquietudes de Mrs.
Thatcher. Anciana, con síntomas de demencia senil y Alzheimer, repara en unas
imágenes de un reciente atentado terrorista que pasan por la televisión: nunca hay que ceder ni pactar con los
terroristas, afirma a media voz. Ella misma, junto a su marido, fue víctima
de un ataque terrorista del IRA perpetrado en el hotel de Brighton donde se
celebrada una convención del Partido Conservador británico en 1984.
En
la primera escena del film (espléndida) la vemos yendo a comprar una botella de leche a
la tienda. En su degenerativa senectud, le transmite a su hija la consternación
que siente por lo cara que está la vida...
La lucha contra el terror y los regímenes dictatoriales, así como la
preocupación por la economía son constantes en la vida de una veterana de la
política que proviene de la clase media trabajadora. Hija de un comerciante, trabaja de joven con su padre, siendo blanco de
la burla de algunas de sus vecinas y compañeras de clase por dedicarse a
tan baja tarea.
Cursa
estudios universitarios en Oxford y entra poco a poco en la política. Una ocupación
dominada por varones, quienes asimismo le hacen mofas por su condición. Muy
medidos planos cenitales (que hacen resaltar el sombrero femenino de la protagonista en un mar de sombreros masculinos de fieltro)
o travellings a ras del suelo que hacen ver unos zapatos de tacón en un océano de zapatos con cordones son
suficientes para poner al espectador en situación. Película dirigida por una
mujer, Phyllida Lloyd, sobre la vida
de una mujer ambiciosa, que advierte a su pretendiente (después marido) que ella
no es mujer que aspira a vivir encerrada en la cocina, que es activa y hace
carrera en un mundo de hombres poderosos, sorprende mucho que las feministas no
hayan alabado el mensaje del film y el compromiso de la protagonista.
Dirigente
político apartada del poder, no por voto popular, sino por las intrigas de los
dirigentes de su propio partido (el conservador) que aprecian que va demasiado
lejos, que se rige más por principios que por el pragmatismo y el pactismo;
líder político que renuncia
voluntariamente a la poltrona y dimite del cargo (algo que no hizo ni Winston Churchill, personalidad
política británica con la que Mrs. Thatcher mantiene bastantes similitudes),
asombra no escuchar loas ni alabanzas hacia su persona por quienes tienen la sana costumbre de denunciar la corrupción política y el apetito de poder.
Película producida
en el Reino Unido,
¡qué pocos amantes del cine europeo la han ensalzado! ¿Será porque consideran
que ese país no es exactamente
Europa? ¿O qué será, será...?
¿Pero,
oiga, que se acaba el post y no ha dicho nada sobre la interpretación de Meryl
Streep en La dama de hierro,
merecedora de un Oscar a la Mejor Actriz Principal? Meryl Streep interpretando a Margaret Thacher en The Iron Lady... Que debo ir acabando… Está bien, lo diré en pocas
palabras. Con el permiso de Lilian Gish, Joan Crawford, Claudette Colbert,
Bette Davis y Barbara Stanwyck —junto a otras damas del celuloide— con ustedes, una de las mejores actrices de todos los
tiempos...
Que madrugador es usted sr. Genovés.
ResponderEliminarExcelente reseña sobre este reciente éxito, que aún no he tenido el placer de visionar.
Con todo, los paralelismos que estableces con "The Queen" y el protagonismo de la siempre solvente Meril Streep son toda una garantía de calidad.
No tardaré en pasarme a verla.
Salucines y como diría doña Margarita "good morning"
Como dice David, "good morning, mr. Genovés". Felicidades por relagarnos este tu comentario sobre La dama de hierro. Para mí, un peliculón. Y una gran actriz en una actuación magistral en el papel de Margaret Thatcher. Lo borda y un parecido físico con la ex primera ministra increíble. Meryl Streep es una gran actriz. Para mí de lo mejorcito que he visto en la gran pantalla. Esta mujer es que vive sus papeles (Memorias de África, Los puentes de Madison -otra gran película y vaya dúo forma con el gran Clint Eastwood). Una película para disfrutar de ella las veces que uno quiera. Esta gran actriz nunca defrauda, o por lo menos eso creo yo. Me gusta eso de salucines, Fernando.
ResponderEliminarBuenas D. Fernando
ResponderEliminarNo he visto la película, aún así no se si leer la reseña porque no hay cosa que deteste más que un biopic político (con la excepcion de J. Hoover), no me atrae para nada, nunca ya desde que vi Gandhi en el cine y casi tuve que salir.:-)
Por cierto, The mill and the cross una "virgueria" de película, la he visto dos veces, tiene que ser tremendo verla en una sala "comme il faut", ese recorrido por todos los personajes del cuadro, ha disecado una película y la ha metido dentro de un marco :-)), ese molino vigilante desde el fondo, al milicia española en Flandes, las crucifixiones, el momento exacto en que las capturas de la pintura es cuando Simón le ayuda con la cruz, una maravilla, vamos.
Hombre, don Fernando, en este caso intuyo que juega usted con ventaja, pues no le parece detestable la figura política de la Thatcher. Yo lo que me pregunto es si los que sí la detestamos podemos encontrar elementos de interés en la película, como sí consigue Eastwood en su sugerente biopic del también detestable Hoover.
ResponderEliminarUn saludo
Good afternoon, my friend David.
EliminarLa película es altamente recomendable. Ya me cuentas lo que te ha parecido en cuanto la veas.
Salucines
Good afternoon, Mr. Portela, y gracias por tu amable comentario.
EliminarLa película tiene muchos más alicientes que la interpretación de Meryl Streep, que es, ciertamente,portentosa. Es interesante visionarla más de una vez para apreciar las otras virtudes del film.
Muchos salucines para ti.
Muy buenas, amigo Roy. "La dama de hierro" no es un biopic político, sino un film sobre un personaje político, lo que es muy distinto de lo anterior. Si se decide, finalmente, a leer la reseña (a lo que le animo) advertirá que hago notar en la misma, justamente, esas diferencias. Mucha gente confunde también biopic con hagiografía, cosas asimismo bien distintas.
EliminarMe alegra que le haya gustado tanto "The Mill and the Cross". Al menos tanto como a mí. No es mala idea volver a echarle un vistazo a ese cuadro dinámico.
Salucines
Hombre, Sergio, en todo caso si tengo ventaja es por jugar en campo propio. Y nada más...
EliminarEn cuanto a lo de detestable (palabra muy dura) que pueda resultarle tal o cual personaje histórico es un sentimiento que tal vez convendría aplacar a la hora de acercarse al cine. Algo similar ocurre en la literatura o la filosofía. Pero, en fin, comprendo que templar las pasiones no es tarea fácil.
En cualquier caso, yo comprendo más las reticencias hacia el sujeto que realiza una obra (en este caso, un film) que hacia el objeto tratado (en este caso, una figura histórica). Puestos en ese plan, poco cine podría ver uno sobre temática histórica, así como sobre personalidades políticas, repleta de individuos... poco virtuosos.
Salucines
Jaja, es que la coincidencia en cartelera, así, de un golpe, de Hoover y la Thatcher ha sido de por si muy dura, pero básicamente tiene ud.razón. Y aprovecho para recomendar el curiosísimo trabajo de Clint Eastwood sobre Hoover.
ResponderEliminarSaludos
Es cierto lo de la coincidencia en el tiempo de ambos títulos. Lo cual, si invita a la comparación, no creo que beneficie a "J. Edgar". Mas, no es éste el sitio ni el momento para comentar el último film, hasta la fecha, del bueno de Eastwood, en los últimos años muy feo y bastante malo...
EliminarSalucines
Pues mire, que alegria. La vi el otro día, así que cuando he visto su entrada me he dicho..."Que tendrá que decirnos Genovés de esto".
ResponderEliminarComparto casí toda su exposición, Meryl está estupenda, con esos pequeños tics de viejecita. Casi inapreciables. No como en la actuación de los viejos y sus movimientos de la pelicula "Edgar Hoover" del maestro Clint, que parecía que no los hubieran engrasado. Horrible.
Pero volvamos a su reseña. Como le digo, casí en todo de acuerdo, pero me parece que le faltaba "punch". La tal Phyllida Lloyd la encontre muy blanda. Otro montaje, otro punto de vista en otro director hubiera sacado más y mejores reditos. No es mala, pero uno tiene la sensación de que podía haber sido mejor.
De todos modos, hay magnificos planos. Es gabinete lleno de hombres, -cuando les hacen la fotografía- y una sóla mujer en el centro, y además ser la jefa, es apabullante.
Salucines!
Me complace mucho, amigo Lorenzo, provocar alegrías en este mundo tan cruel... Pues ya ve lo que les ha dicho Genovés sobre "La dama de hierro". Y dejemos de lado, en efecto, la de Hoover, para hablar de la película de la semana (y para mí también del año).
EliminarNo sé que quiere decir exactamente con lo de falta de "punch". No es ésta una película sobre boxeo... Yo, ya lo he dicho en el post, veo el film muy equilibrado. Y he ahí su principal virtud, a mi juicio. Pero ya ve, nunca llueve a gusto de todos.
Salucines
A mi me parece una película muy correcta y en ningún modo un panfleto como se ha dado el caso con otros personajes históricos, sean "detestados" o no. Se esté o no de acuerdo con el pensamiento político de la persona retratada, juzgamos la película, y la magnífica actuación de la señora Streep (y en general, todos los actores están muy correctos. Lo que resulta curioso es que se ignore esta película por parte del sector femenino (fijaos que evito decir feminista). Parece que, además del estigma de ser "de derechas" (los británicos dirían "conservadora")el personaje tiene el estigma de ser mujer. La confluencia de ser mujer y de derechas parece ser algo que no cabe en algunas mentes, que piensan que las mujeres luchadoras sólo pueden ser de izquierdas o no existen. Y si existen, no se las valora, porque están en la categoría inadecuada, políticamente no correcta.
ResponderEliminarPues bien: la sra. Thatcher es una mujer que se ha ganado a pulso todo lo que ha intentado en la vida. Y lo ha ganado luchando, muchas veces contra hombres de su misma línea política, y sin necesidad de aborrecer de su sexo: sin usar pantalones, por decirlo de modo simbólico. Y a mí eso me parece destacable. Los defensores de la liberación de la mujer deberían considerar que esta dama supo poner muy alto el listón de lo que una mujer es capaz de conseguir -al margen de lo que opinen de sus ideas- Y además, proviniendo de una clase social no aristocrática, (pensemos en Churchill, que por su familia tenía medio camino ya hecho, ojo, y no le quito mérito, que lo tiene y mucho)lo cual añadía una traba importante.
En suma: que me ha parecido muy bien que se haga esta película y cómo está hecha. Y el texto de Fernando lo suscribo completamente.
Gracias Ariodante por la visita y tu generoso comentario.
EliminarCiertamente, a la vista de la vida y la obra de Margaret Thacher, sus enemigos (y especialmente, sus enemigas) no tienen nada fácil armar argumentos con los que atacarla. De ahí que su crítica sea visceral; que sale del estómago y no de la cabeza, para entendernos.
Yo he mencionado a las feministas, a los apasionados del cine europeo y a los devotos de la política, pero hay muchos más que podrían citarse como "afectados" por la "dama de hierro"; expresión, por cierto, proveniente de sus críticos, por aquello de crear un paralelismo subliminal con el "telón de acero".
Salucines
Hola Genovés,
ResponderEliminartal parece que tu y yo no somos almas gemelas jeje. A mí por el contrario The Iron Lady me pareció un biopic mediocre en realidad. Una direccion que deja mucho que desear, no me emociona en lo absoluto. Aburre con ganas, me parece un pequeño telefilm de sobremesa. Lo unico destacable es la portentosa actuacion de Streep (que está bastante bien, pero no me parece uno de sus mejores trabajos).
En definitiva creo que pudo ser un trabajo con mayor riesgo, le falla el guion y la direccion.
Ya coincidiremos en otras, seguramente.
Y por cierto, de vez en cuando esta bien reseñar los ultimos estrenos eh, jeje, hay para todos los momentos, digo yo.
Un abrazo.
Gracias, daniel, por tu comentario.
EliminarEfectivamente, con respecto a esta película no somos ni primos lejanos... Estoy seguro de que coincideremos más con los clásicos que con los estrenos.
Salucines
Buenos días, compa Fernando; es la primera vez que paso por estos tus ciberpagos, en los que veo que te expresas no solo con calidad en la escritura, sino también con claridad y contundencia. Bien. No he visto la peli en cuestión, aunque las referencias que voy acumulando de ella hasta el momento se inclinan, en general, por una valoración bastante baja de la cinta y tremendamente alta del trabajo de la Streep (no en balde premiado con su tercera estatuilla, y algo que no me sorprende, dado el extraordinario nivel de esta actriz). Habrá que verla, pues, y valorar después. En cuanto a The queen, con la que apuntas alguna concomitancia, he de decirte que me parece uno de los films más sobrevalorados a nivel crítico de los últimos años; soy incapaz de encontrar esos valores por los que fue glosado por la generalidad de la crítica como una obra maestra, ya que me pareció un film solo discreto. Para finalizar, y en lo que atañe a la figura, política y humana, de la Thatcher, entiendo que, como cualquiera otra revestida de tal condición (o sea, humana), tendrá sus luces y sus sombras, sus aspectos positivos y negativos, y cualquier juicio de valor habría de tener eso en cuenta, más allá de lo que se coincida o discrepe con ella en términos ideológicos (cuestión esa que dependerá del posicionamiento de cada cual; el de ella creo que está bastante bien marcado y definido, guste o no guste...). Intentaré seguir trasteando por aquí todo lo que buenamente pueda, y si así lo tienes a bien.
ResponderEliminarUn abrazo y buena tarde.
Bienvenido, Manuel, a Cinema Genovés y gracias por tu espléndido y muy amable comentario. Trastea y ojea cuanto quiera. Estás en tu casa.
EliminarBueno, creo que "La dama de hierro" es una película muy recomendable. Y lo de la concomitancia con "The Queen" es tangencial, de modo que no debería ser un motivo para inhibirte a la hora de visionar el film. En lo que hay que insistir es en los magníficos componentes de este trabajo. Fíjate en este hecho: se ha cuidado con detalle hasta que la actriz que interpreta a Mrs. Thatcher en sus años mozos (además de un gran parecido físico con el personaje y la actriz que la interpreta) hable, se mueva y actúe como en la madurez y la vejez. En detalles como estos (bastante desatendidos en el cine de nuestros días) se juega uno el resultado de un film.
Salucines
Me ha gustado mucho leerte, Fernando, porque resultas ser la voz discrepante sobre una atonía impuesta a esa película que, francamente, dejé pasar en "mi cine" hace tres semanas porque me apetece muchísimo verla en v.o.s.e. a la primera. Luego le dieron el Oscar a Meryl y mi decisión de aplazarla momentáneamente me pareció oportuna, aunque la valoración de la pieza me ofrecía dudas que, ahora, después de tu encomiable texto, han crecido debilitándose....
ResponderEliminarEstá claro que deberé verla para formarme una opinión -lo cual no es ninguna novedad, por cierto- y sigo pensando que mejor en v.o.s.e., aunque sea en pantalla doméstica.
Veremos qué pasa....
Un abrazo.
Pues verás que pasa ante tus ojos una gran dama y una película excelente. Y escucharás un depurado inglés y un trabajo perfecto, en todos los sentidos, de Meryl Streep.
ResponderEliminarYo siempre recomiendo visionar en VOS los films de habla no hispana. Pero hay casos como el de "La dama de hierro" en que resulta imprescindible. Aquellos en los que el ejercicio de la voz forma parte esencial en la interpretación. Un elemento, por cierto, que siempre está presente en las actuaciones de Mrs. Streep. Y no pienso sólo ahora en "Memorias de África".
Gracias por tu amable comentario. Pero, que sepas que no es mi intención hacerme un sitio en la "Historia de los hetedoroxos españoles"...
Salucines
La película es completamente olvidable. Ese aire a telefilm... no me ha gustado demasiado.
ResponderEliminarEn cuanto al guión, no entra de lleno ni en la vida personal ni en la vida política de esta mujer. Se centra en su enfermedad final.
Es interesante de ver por todo eso pero es imprescindible para ver, una vez más, la gran actriz que es Meryl Streep. Por su gran trabajo, la película merece la pena.
Saludos.
Gracias, Manderly, por tu comentario.
ResponderEliminarEn fin, siempre nos quedará Meryl Streep...
Salucines