Título original: Where Danger Lives
Año: 1950
Duración: 84 minutos
Nacionalidad: Estados Unidos
Director:
John Farrow
Guión:
Charles Bennett
Música: Roy Webb
Fotografía: Nicholas Musuraca
Reparto:
Robert Mitchum, Faith Domergue, Claude Rains, Maureen O'Sullivan
Producción: RKO Radio Pictures
Guillermo Cabrera Infante, en el libro Cine o sardina, incluye la siguiente cita del director
norteamericano Vincente Minnelli «Si paso a la posteridad, será sólo por haber sido el marido de Judy Garland y el padre de Liza Minnelli.» ¿Declaración discreta o
falsa modestia proveniente de un cineasta de primer orden? No estoy seguro. Sí, en
cambio, afirmo con suficiente convicción que, adaptada la declaración al director
John Farrow, tendría más credibilidad y verosimilitud. Porque es el caso que,
para la mayoría de aficionados al cine, John
Farrow es, más que nada, el marido de Maureen
O’Sullivan y el padre de Mia Farrow.
Cuando las mujeres dominaron el planeta…
Sin pertenecer a la primera división de la
cinematografía mundial, semejante sentencia aplicada a este cineasta no se me
antoja exagerada, mas sí injusta. Porque es el caso, asimismo, que John Farrow
puede presumir de haber realizado una
obra cinematográfica más que correcta, extensa y hasta brillante en algunas
ocasiones, como en el film que ponemos esta semana en Cinema Genovés: Donde habita
el peligro (1950).
Típico
producto de la RKO Pictures, el film se ajusta como un guante de látex al género
emblemático de la casa: el thriller
policiaco. No hay que buscar entonces en la película
originalidad, glamour ni efectismos
(para eso están la Paramount, la MGM y la Warner), sino lo que puede esperarse
de un producto manufacturado en la compañía de la antena radiofónica vibrante,
a saber, alta tensión, fluidos de pasión
y corrientes de emoción. Y todo ello a media luz…
Jeff Cameron (Robert
Mitchum) es médico en prácticas en una clínica, donde hace horas extras
cuando es preciso, a fin de ganarse el puesto. Una noche, tras terminar su
turno, llega un caso de urgencia —intento de suicidio— y su presencia es
reclamada para atender a la paciente, hermosa paciente, o eso le parece a
Cameron. Tras salvar la vida de la joven, el doctor queda chiflado por ella. Ella es Margo (Faith Domergue). Y él, inocente y
enamoradizo, no sabe que se halla ante una femme
fatale. Así, antes de darle el alta médica, la pájara ha volado. Poco después,
se las apaña para citar al joven médico en su mansión. Intenta convencerlo de
que no dé parte a la policía, como es preceptivo hacer en una situación de este
género. Pero, entre las cosas del querer
y del deber, el doctor Cameron opta por lo primero.
Lo segundo que hay que saber es que Margo, en
realidad, es la señora Lannington, y lo tercero que Mr. Lannington (Claude Rains) tiene muy malas pulgas.
En un encuentro a tres bandas hay una pelea. El marido burlado, muy cabreado,
golpea al doctor Cameron en la cabeza con un atizador, como consecuencia de lo
cual queda muy conmocionado. Antes de descubrir (es médico) que tiene una
fractura craneal, tumba de un puñetazo a su agresor. Se lava la herida en el
cuarto de baño, y al volver al salón, Margo le informa que su marido está
muerto. Pero si sólo le di un puñetazo, piensa el médico a palos…
En verdad, desde ese momento, Cameron ya no puede
pensar mucho ni bien. Sólo dejarse llevar por Margo, con quien emprende una
agitada huida. La noticia de la muerte de Mr. Lannington tarda unos días en hacerse pública. No obstante, la incertidumbre de ser perseguido hace que huyan
de controles de carretera, que, en realidad, eran provocados por causas ajenas
a la extraña muerte del marido de Margo. Los
amantes huyen de sí mismos.
Finalmente, durante la caza real, la pájara es abatida por
los agentes. El doctor Cameron en la cama de un hospital se recupera del golpe
(físico y moral), siendo atendido y consolado por una enfermera de la clínica
en que trabaja. La nurse es Julie,
personaje interpretado por Maureen
O'Sullivan.
John Farrow logra trasmitir en el film, con pulso de
cirujano, la angustia de la huida de los personajes, y una mezcla de paranoia y alucinación experimentadas por el doctor Cameron. Para
lograr tal resultado, tiene un gran aliado:
la extraordinaria interpretación de Mitchum. Es un lástima que la partenaire en el reparto no esté ni de
lejos a la altura. Faith Domergue también hechizó a Howard Hughes, el cual la
animó a meterse en el mundo del cine. Error fatal. Porque, aunque no sea muy
caballeroso decirlo, doy fe de que la
Faith ni es mujer despampanante y seductora ni tampoco buena actriz. Lo primero es
un factor humano ventajoso para el desarrollo de la trama, pues garantiza la
verosimilitud del flechazo repentino del
doctor y su pasión loca. Lo segundo, la condición para mejorar la factura del
film.
Con todo, y en resumen, se trata de un trabajo
recomendable y a ver.
Hola, Fernando, buenas noches; sí que sería serie B, que no vamos a poner ahora en solfa los etiquetados de los entendidos en la materia, pero qué productos tan interesantes eran, en general, los que se manufacturaban bajo tales premisas. Y es que era tan sencillo como no equiparar presupuesto y talento: el primero era limitado, cómo no, pero al segundo no había por qué ponerle cortapisas.
ResponderEliminarUn abrazo y buena noche.
Tienes razón, Manuel, respecto a lo que dices del cine de serie B. Tanto es así que el esplendor de Hollywood acabó coincidiendo con la desaparición de estas películas de poco presupuesto y gran talento, como dices muy bien.
EliminarSea como sea, 'Donde habita el peligro' es un film B, clase A.
Salucines