Título original: The Mysterious Lady
Año: 1928
Duración:
89 minutos
Nacionalidad:
Estados Unidos
Director:
Fred Niblo
Guión:
Bess Meredyth, basado en la novela de Ludwig Wolff
Música:
William Axt; versión de Vivek Maddala (2002)
Fotografía: William H. Daniels
Reparto: Greta Garbo, Conrad Nagel, Gustav von
Seyffertitz, Albert Pollet, Edward Connelly, Richard Alexander, Symona
Boniface, Nicholai Konovaloff, William H. O'Brien, Russ Powell
Producción:
MGM
A
ver, a ver, mucho hablar de mujeres de armas tomar, de los hermanos Marx y de
ojos negros italo-rusos, que si patatín y que si patatán, pero en Cinema Genovés, que es un sitio muy
serio, nos hemos olvidado demasiado tiempo del cine silente. Y a esto hay que ponerle remedio de inmediato. Ahora
mismo, sin ir más lejos, sin más demoras. Y ni una palabra más…
Les
traigo hoy una película emblemática del llamado «cine mudo», La
dama misteriosa (The Mysterious Lady, 1928), dirigida
por Fred Niblo e interpretada, al
frente del reparto, por Greta Garbo
y Conrad Nagel. Tres nombres
directamente vinculados con el arte de hacer cine sin palabras habladas, sólo
con la fuerza de la imagen y la interpretación, con una buena partitura musical
y, si alguno pierde el desarrollo la trama, con unos sucintos intertítulos, para
mi gusto, no pocas veces prescindibles.
Fred
Niblo (cuyo auténtico nombre es Frederick Liedtke) fue productor y director,
conocido principalmente por sus producciones en el periodo silente y en el
género de aventuras. Con Douglas Fairbanks rueda dos auténticos clásicos: La
marca del Zorro (The Mark of Zorro, 1920) y Los
tres mosqueteros (The Three Musketeers, 1921). Filma,
asimismo, dos films basados en sendas novelas del novelista español Vicente
Blasco Ibáñez: Sangre y arena (Blood and Sand, 1922), con Rodolfo Valentino y La
tierra de todos (The Temptress, 1926), con Greta
Garbo. Aunque, tal vez, su título más célebre sea Ben-Hur (1925), primera
versión de la novela homónima de Lewis Wallace y protagonizada por Ramón Novarro.
Junto
con el maestro Clarence Brown, Niblo
fue el cineasta que mejor supo dirigir a Greta Garbo. Además del film ya citado
— La tierra de todos (The Temptress, 1926)—, la Divina interviene en otro importante
título del realizador nacido en Nebraska, La
dama misteriosa (The Mysterious Lady,
1928), que en buena medida puede considerarse precursor de Mata Hari, film sonoro dirigido por George Fitzmaurice en 1931, al
estar relacionadas ambas cintas por un común denominador argumental de base: el
espionaje. La Garbo jamás ha estado, a
mi juicio, tan convincente, tan sensual, tan arrebatadora, como en esta
película. Fotografiada con primor por William
H. Daniels y vestida con unas sedas de fantasía por Gilbert Clark, Greta Garbo está, sencillamente, divina…
El
arranque del film es prodigioso. Estamos en la Viena de principios del siglo
XX, a las puertas del gran teatro de la ópera. El capitán del Ejército, Karl von Raden (Conrad Nagel) se presenta con un amigo en la taquilla poco antes de
comenzar la función, con tan mala suerte de que no encuentran entradas libres.
En cartel, Tosca de Puccini. Mientras ambos oficiales deliberan
acerca de cómo pasar la velada, sorpresivamente (aunque, como luego
averiguaremos, no casualmente), un oscuro
personaje devuelve un ticket, lo cual le permite ser adquirido por Von Raden.
En el asiento del palco encuentra a una misteriosa dama que le fascina. Nos es
presentada de espaldas, con el brazo extendido sobre el pretil. Sentándose
sigilosamente detrás de ella, ahora vemos cómo el joven oficial va descubriendo poco a poco, ora el perfil,
ora el esplendor, de un rostro glorioso. Es Tania
Fedorova (Greta Garbo).
Tanto
en la entrada como en la salida del espectáculo, en el interior o en el
exterior del teatro, Niblo mueve a los figurantes de tal manera que siempre hay
algún personaje estático, lo que otorga a las imágenes un dinamismo y una tensión dramática de gran efectividad. Tania
Fedorova, sola y desconcertada, espera un taxi mientras la ciudad gira a su
alrededor. Von Raden vuelve a encontrarla. Galante y hechizado se ofrece a
llevarla a su casa. El personaje del capitán, tímido y apocado, encuentra en
Conrad Nagel al actor idóneo. No es un conquistador, como John Gilbert o Fredric March.
De manera que es conquistado.
Viven felices horas de
amor, en la alcoba y en el campo; escenas todas ellas rodadas con exquisito
gusto por Niblo.
Mas, deben separarse, deshacer el abrazo de Eros. Tania dice marchar a Rusia. Von Raden sale para Berlín en
una misión secreta (desgraciadamente para él, quizás no demasiado secreta). Antes de partir, en el andén de la estación, el tío del
capitán —y miembro del Gobierno— le informa que han descubierto la verdadera personalidad de la
misteriosa dama. En el tren que lo conduce a la capital de Alemania, la espía
(menos misteriosa, pero igualmente hechicera) engaña de nuevo al consternado joven,
robándole la cartera que contiene la documentación reservada, la cual entrega a
sus jefes en Moscú.
A
la vista de la falta cometida, el
capitán es degradado públicamente. He aquí otro de los momentos más
logrados del film. A continuación, se inicia una etapa de expiación del joven
ex oficial. Se emplea como pianista en lugares públicos y fiestas privadas. En
una de estas últimas, el eterno retorno
en forma de la diosa Tania Fedorova se manifiesta. Reconciliación.
El
amor vence a la política y al espionaje. Como debe ser. En una trepidante fuga,
logran recuperar los documentos que sirvan para limpiar el honor (y recuperar
el empleo en la oficialidad) de Von Raden, y escapar de Rusia. De vuelta a Austria, bajo una
fuerte nevada, ahora ya no visten para ir a la ópera. Tania/Greta se nos antoja una campesina.
Aunque, sigue estando divina...
He de reconocer que es una asignatura pendiente para mi pero es ver éstas imágenes esas fotos tan preciosas como de tarjeta postal antigüa y se despierta las ganas de revisarla.
ResponderEliminarGreta era divina pero según leí en alguna parte ella solo queria ser una mujer normal..y hizo bien en retirarse a tiempo y vivir tranquila a su manera pero para la historia del cine es una mujer/actriz fundamental.
¡Gracias, pues por ésta recomendación !
Saludos
P.D. Cada dia me gusta más el B/N tiene una belleza tan elegante..
Fíjate, abril, que muchos mitos del cine desaparecieron pronto de la pantalla; corriendo o con los pies por delante...
EliminarYa dijo el poeta que los dioses los querian jóvenes.
Salucines
PS. Lo mismo digo. Cada vez me gusta más visionar películas "mudas" en B/N. Para mí, la esencia del cine.
La he leido dos veces....y las imagenes...
ResponderEliminarMuy bien puntualizado, la máxima información en el mínimo de palabras.
Saludos!!!
Muy amable, Katia. Ya sabes dónde encontrarnos, por si quieres echarle otro vistazo a esta entrada. O a las futuras...
EliminarSalucines
Divina, pero también etérea!!! Qué fotogramas Genovés! Greta parece levitar en blanco y negro, aun sedente, con esa ligereza... la poética levedad de Garbo.
ResponderEliminarYo confieso: creo que Greta Garbo es una de las primeras actrices que mi memoria recuerda. Siempre me ha fascinado su forma de moverse. Cuando descubrí su voz, oh su voz, el que levitó fui yo. Con todo, mandadme directo a la gillotina: todavía no he visto una película muda de Garbo (yo confieso que esta es una de mis peores confesiones) Cuánta penitencia!!
Salucines silentes y monocromos
Ego te absolvo a peccatis tuis, amigo deWitt.
EliminarDicho esto, y antes del "amén", compartamos confesiones y blasfemias cinéfilas: yo prefiero, mil veces, a la Garbo en las películas de la etapa silente de su carrera que en la hablada. Sí, sí, para mí, muda está más... divina. ¡Lo que he dicho! Espero, humildemente, que se me aplique la penitencia correspondiente.
Nunca la escuché hablar en otro idioma que el inglés. Y, amigo mío, nobody is perfect. Ni siquiera una diosa...
Salucines
Pero hablaba inglés tan mal con una voz tan maravillosa...jajajaj!
EliminarYa sabíamos que el amor es ciego. Ahora sabemos que el hechizo es sordo...
EliminarSalucines
Tuve la suerte de poder ver hace mucho tiempo un ciclo de la Garbo; un ciclo televisivo, quiero decir, prolongado durante semanas de placer cinéfilo. Pero hace demasiado tiempo y revisarlas con calma es tarea pendiente.
ResponderEliminarMe ha encantado, Fernando, la forma en que incitas a esa revisión o a su descubrimiento, en cualquier caso, hallar momentos de placer cinéfilo asegurado: veo en los datos que informas que has visto una versión con música del 2002, de lo que colijo que quizás la copia estará restaurada, porque en mi recuerdo las películas del cine silente adolecían de muchísimas rayas y borrones debidas al uso...
Un abrazo.
Y colijes muy bien, amigo Josep. La versión que yo he visto lleva la nueva partitura (por cierto, excelente) de Vivek Maddala, año 2002, la cual se incorporó a la nueva copia restaurada, en efecto.
EliminarPara deleite de los aficionados al cine silente, hay bastantes colecciones que ofrecen versiones remasterizadas de los clásicos, de gran calidad en audio y video.
Ánimo, pues, y directos a conacer el cine en estado puro...
Salucines
Ni flowers oiga... primera vez que oigo hablar de esta película.
ResponderEliminarLo cierto es que de Niblo sólo sabía que había hecho el primer Ben-Hur y la Garbo (allways Divina) me gusta más cuando habla ... (esto último sólo es una broma para que pase desapercibida mi ignorancia en lo que se refiere a su etapa muda).
Excelentes fotogramas (me ha encantado el de la feliz pareja en subidos al árbol y sin red) y de una calidad estupenda la mayoría de los mismos supongo que la película será una de esas copias remasterizadas a las que aludes.
Salucines y gracias por descubrirnos, una vez más, estas joyas olvidadas
Ya lo he señalado en la entrada, amigo david. Para mí, en ninguna otra película está más arrebatadora la Garbo. Incluso más que en "El demonio y la carne", dirigida por Clarence Brown, que ya es decir.
EliminarEn el fotograma que señalas, fíjate en la parte inferior: la niña tras las ocas. Ridley Scott toma prestado (ejem...) el plano, aunque sin "los pájaros" en el árbol, en una de las primeras escenas de su primer film: "Los duelistas". Por cierto, espléndido.
Salucines
Pues yo debo ser menos seria que tú porque el cine silente lo tengo olvidado desde hace ya meses ;) Le pondré pronto remedio y, si puede ser, con esta película que apuntas y que yo no conocía.
ResponderEliminarLa Garbo, efectivamente, guapísima.
Un saludo
Bueno, Mara, pues si es sólo cosa de pocos meses, la cosa no se ha puesto todavía muy seria...
EliminarDe todos modos, además de recalcar la poderosa presencia de la Garbo en el film, no deben olvidarse los otros aspectos notables de éste, que son muchos. A algunos de ellos me refiero en el post.
Salucines
Hola Fernando!! Con lo que a mi me gusta el cine mudo, y es curioso pero nunca he visto una película de Greta de esta etapa. Me ha fascinado la historia que cuentas. Y es que esa época de principios del siglo XX me resulta muy atrayente. Y Garbo tan divina, tan etérea,...tal vez ese misterio que siempre la persiguió se la deba en parte a esta película. "La Dama misteriosa"...queda apuntada, ahora sólo me falta hacerme con ella. Las fotografías son preciosas, algunas las conocía de verlas por la red, pero no sabía que pertenecían a esta película.
ResponderEliminarMe ha encantado el post Fernando!! Un saludo
Gracias, Maravillosa.
EliminarPues tienes que ponerte a la labor de inmediato. Además de esta película, hazte con todas las que Greta hizo su director de cabecera, Clarence Brown. Te encantarán...
Salucines
Buenas, confieso que deseo verla ya! la película, pero no encuentro ningún sitio dónde poder verla, no sé si ustedes conocen de algún link donde pueda yo verla, se lo agradecería mucho. Saludos.
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