Título
versión española: Ámame esta noche
Duración:
96 minutos
Dirección: Rouben Mamoulian
Guión: Samuel Hoffenstein, Waldemar
Young, George Marion Jr.
Música:
Richard Rodgers & Lorenz Hart
Fotografía:
Victor Milner
Reparto: Maurice Chevalier, Jeanette
MacDonald, Myrna Loy, Charlie Ruggles, Charles Butterworth, C. Aubrey Smith,
Elizabeth Patterson
Producción:
Paramount Pictures
De origen
armenio, Rouben Mamoulian dio los
primeros pasos en el mundo del espectáculo ejercitándose en el medio teatral,
más en concreto, dirigiendo obras musicales en Londres. Fue tal la repercusión
que tuvo su estreno en las tablas que muy pronto recibió la llamada de América.
En Broadway dirige la versión para el escenario del clásico de los hermanos Gershwin,
Porgy
and Bess. Estamos en 1929. Ese mismo año, Mamoulian es contratado para
realizar una película en Hollywood: Aplauso (Applause). Un musical. Diré más: un espléndido musical que aporta
una nueva orientación estética y narrativa al género más vitalista y alegre de
la historia del cine.
En ese punto
arranca la brillante carrera cinematográfica de Mamoulian. Los dos rasgos principales de su personalidad artística ya están
definidos: 1) el estilo rítmico y melodioso que imprime a sus películas; 2)
la agudeza y la originalidad de la técnica a la hora de concebir la dirección y
la puesta en escena.
«Prácticamente
todos los géneros pasaron por sus manos, y si las cintas no se convirtieron en
obras maestras, son en cualquier caso referencias insustituibles en el
imaginario cinematográfico.
No
obstante lo dicho, y a pesar de la pluralidad de géneros cinematográficos que
abarcó, si hay un elemento presente en todos los films de Rouben Mamoulian, del
primero al último, éste es la música. No hay película donde no nos encontremos
con una canción aunque sea tarareada, una atracción que concite al público o un
número musical propiamente dicho. Sucede desde el melodrama Applause (Aplauso, 1929) hasta
el musical Silk Stockings. La música, es más, el ritmo, va a ser una característica determinante
de la forma de hacer del director armenio, un ritmo sonoro, pero también
visual, a través del montaje y de diversos elementos que riman dentro de cada
película, trabándola y transformando la experiencia de su visionado en un
espectáculo que, a pesar a veces de lo heterogéneo de los elementos, goza de
una unidad y de una brillantez encomiables.»
JOSEP CARLES
LAÍNEZ, «Rouben Mamoulian o del refinamiento», capítulo V del libro Hollywood revelado. Diez directores brillando en la penumbra (Coord. Fernando R. Genovés) (Ártica, 2012)
La filmografía
del cineasta, aunque no muy extensa, no puede ser más sólida. En ella hallamos
títulos tan sobresalientes como Las
calles de la ciudad (City Streets, 1931); El hombre y el monstruo (Dr.
Jekyll and Mr. Hyde, 1931); El cantar de los cantares (The Song of Songs) y La
reina Cristina de Suecia (Queen
Christina), ambas de 1933; Rings on Her Fingers (1942); La
bella de Moscú (Silk Stockings,
1957), la última película íntegra que dirige.
No se olvide,
en cualquier caso, de todo lo que pudo haber realizado y no llegó a consumar.
Comenzó, por ejemplo a trabajar en tres películas celebradísimas, de las cuales fue
despedido a las pocas semanas de rodaje, siendo sustituido por los directores
que, finalmente, las concluyeron y firmaron. Me refiero nada menos que a Laura
(1944, Otto Preminger), Corazón salvaje (Wild Heart, 1950, Michael Powell y
Emeric Pressburger), Porgy and Bess (1959, Otto Preminger)
y Cleopatra
(1963, Joseph L. Mankiewicz). Ocioso asunto sería el especular sobre los presumibles
resultados de haber podido terminar Mamoulian la faena, también en estos casos.
De entre todos
sus films hay uno al que tengo especial querencia: Love me Tonight (Ámame esta noche, 1932). Una comedia
musical realmente encantadora. Con un aire travieso a lo Lubitsch y la elegante
ironía de un Leisen, la obra muestra, no obstante, todo el sabor del mejor cine
de Mamoulian. La primera secuencia del
film acaso pueda sintetizar mejor que nada la quintaesencia del hacer
cinematográfico de este soberbio realizador:
Love me Tonight es un sencillo cuento de hadas, pero, al
mismo tiempo, de una sencillez que conmueve y fascina de manera poderosa. En
este film hay muchos elementos admirables: el cuidado de los detalles (la
descripción de los personajes y ambientes en el palacio), el sutil contraste
entre la condición castiza y el carácter canalla del sastrecillo impertinente Maurice
Courtelin (Maurice Chevalier) frente
a la delicadeza cenicienta de la Princesa Jeanette (Jeanette MacDonald), la irónica sagacidad, en fin, a la hora de
narrar el cortejo amoroso de este galo
tan galán en la corte marchita de la aristocracia decadente en que mora la
virginal muchacha. Y es que Mamoulian, lo mismo que Lubitsch (europeos, al
fin y al cabo), conocían de primera mano las rancias cepas de la vieja Europa.
El film
cuenta, además de los protagonistas estelares, con unos actores de reparto de
primera categoría: Charles Ruggles, C.
Aubrey Smith, Charles Butterworth, Myrna Loy. Por su parte, los números
musicales son de quitarse el sombrero, entre ellos escuchamos la conocida
canción Isn't It Romantic?, la cual no sólo es cantada, sino que sirve
además —del mismo modo que hemos visto en la referida secuencia inicial del
film— como vehículo narrativo de una particular cadena de situaciones que
todavía hoy nos deslumbra.
Una película para ver, disfrutar y amar. De
día y de noche…
Hace tantísimos años que la ví, en la tele, en uno de aquellos ciclos de.... que apenas recuerdo nada de ella. Curiosamente, de Mamoulian siempre se me ocurre visualizar a la Garbo como Reina de Suecia, vestida de mancebo, pero nunca le recuerdo como autor de musicales y ahora has venido tú, Fernando, a sacarme de mi error. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, pues de eso se trataba y se trata en 'Hollywood revelado': de revelar... De sacar a la luz lo que para muchos estaba a oscuras o a media luz. Pues atentos todos, porque aún quedan más sorpresas...
EliminarGracias por el comentario, Josep.
Salucines