Título
original: Zero Dark Thirty
Duración: 157
minutos
Dirección:
Kathryn Bigelow
Guión: Mark
Boal
Música: Alexandre
Desplat
Fotografía: Greig Fraser
Reparto: Jessica Chastain, Joel Edgerton, Taylor
Kinney, Kyle Chandler, Jennifer Ehle, Mark Strong, Chris Pratt, Mark Duplass
Producción:
Columbia Pictures / Annapurna Pictures
Lo
mejor que puedo decir, para empezar, de La noche más oscura (Zero
Dark Thirty, 2012), último film dirigido por Kathryn Bigelow, es
que se trata de un trabajo honesto y
bien hecho. Tanto como el que centra el motivo de la cinta. Una película
que no juega al escondite ni a los equívocos ni a la equidistancia, excepto
cuando están justificados por el guión…; la caza y captura del terrorista emboscado Ben Laden.
No me
encuentro extraño en el paraíso. Me siento extraño y desorientado en el
subsuelo. No me las quiero dar de sabio, pero me ocurre como al protagonista
del Mito de la Caverna, escrito y dirigido por
Platón. ¿Conocen, ejem, este título…? Quien lo conozca comprobará que no abuso aquí del lenguaje ni retuerzo
intencionadamente el sentido de las palabras, porque quien conozca esta
narración clásica sabrá que el filósofo griego, al ilustrar con ella su teoría de las
ideas, llevó a cabo la primera recreación conocida de una sala de cine. El
protagonista principal del mito ha pasado gran parte de su existencia en el interior de la gruta más oscura,
viendo, junto a sus compañeros de la noche, sólo las sombras de las cosas
reflejadas en el fondo de la cueva, no la realidad de las cosas. Finalmente,
logra salir a la luz y vérselas cara a
cara con el ser.
Pues
bien, ese es mi paraíso: mis seres queridos, mis libros amarillentos, mis películas clásicas. Cuando el deber
me llama, vuelvo a la oscuridad de la sala de cine, a ver qué echan, a ver qué
pasa… Tenía que visionar el último
trabajo de Bigelow. En primer lugar, porque me gustó bastante su anterior
film, En tierra hostil (2008). Me
sorprendió, gratamente, comprobar cómo una directora era capaz de realizar un
film bélico con tanta profesionalidad y transmitir con tanta naturalidad la
camaradería de los «hermanos de sangre» (band
of brothers), cuando, según señala el tópico, a las mujeres, en general, no
les gusta el western ni las películas «de guerra».
Kathryn Bigelow en pleno rodaje del film |
En segundo lugar, porque deberían recordar ustedes que tengo
escrito un ensayo titulado Cine, espectáculo y 11-S, que actualizo periódicamente, de modo que sigo con
especial atención las producciones de cine y televisión que tratan la cuestión del
terrorismo y, en particular, los
atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos de
América.
Misión
cumplida por ambas partes. Por la mía, película visionada. Al menos no es un producto ambiguo y dudoso (como ocurre, por ejemplo, con la
serie de televisión Homeland), ni una
apología o justificación del terrorismo (no diré ahora nombres, porque estaría
denunciando una acción constitutiva de delito, y nada diré aquí sin presencia
de mi abogado…). Algo nada extraordinario en el mundo de la cultura actual. Pero, caramba, ¿es esto cine? Cuánto
tiempo hacía que no iba al cine...
Ocurre que para mí el cine es, básicamente, belleza, emoción y fantasía.
Ocurre que para mí el cine es, básicamente, belleza, emoción y fantasía.
Y sucede que La
noche más oscura es una especie de documental
sobre la búsqueda y captura de un criminal, Osama Ben Laden, uno de los
asesinos más sanguinarios de los últimos tiempos, líder de Al Qaeda, guía
espiritual de los enemigos de América y Occidente, que no son pocos ni están
todos en Oriente. Un documental con estructura narrativa y estética de telefilm,
donde abunda el realismo sucio (desconfío, de entrada, de los films que
empiezan con el lema «Esta película está basada en hechos reales»), el naturalismo
policromo y aun el verismo intencional, bombazos y torturas, gritos y susurros,
todo ello lo más ajustado posible a los hechos.
El argumento se ajusta al modelo del western clásico, luego
repetido y adaptado de mil formas a
otros géneros (acción, policíaco, aventuras, ciencia-ficción), aunque la cosa
remite, en última instancia, a la Ilíada
de Homero: Aquiles versus Héctor. La
noche más oscura trata de un feroz enfrentamiento, de un duelo a muerte
entre el representante de la ley y el villano, en el que el héroe, solo
ante el peligro, debe liquidar al bandido, quedando, finalmente, solo, como Ethan
Edwards, como Shane, como tantos otros... The End.
Hoy, el
héroe en la pantalla suele ser heroína. En este caso, la heroína tiene una colega muy íntima que muere en atentado terrorista; durante los interrogatorios, la protagonista muestra su desagrado por el dolor ajeno; los varones, no.
Hoy, se trabaja en equipo, que es más socializador: una, comanda el operativo
militar; el otro, dirige la banda de malhechores.
Aspectos a agradecer en La noche más oscura. El preludio remite a la aciaga
jornada del 11-S. Sólo escuchamos las voces de las víctimas. Pantalla oscura,
en negro. Del día más oscuro a la noche
más oscura, secuencia final del film: Zero Dark Thirty. Buena idea de guión, buen punto de partida. No hay imágenes de aquellos hechos luctuosos. Si
quiere saber, lector, por qué es esto así —por qué ha de ser así— lea usted mi libro Cine, espectáculo y 11-S, si es usted tan amable... Las
cartas boca arriba desde el primer plano: la misión de cazar y capturar a Ben
Laden no es por azar ni por gusto de torturar ni matar, sino porque el crimen no puede
quedar impune.
En esa
tarea se empeña la protagonista Maya (Jessica
Chastain), agente de la CIA, adonde se incorporó tras el 11-S con un objetivo
principal, obsesivo, justiciero: vengar
la muerte de tres mil compatriotas inocentes y liquidar a Ben Laden, primer
responsable de la masacre terrorista. Este esbozo de personaje permitía un
gran desarrollo que no llega, desgraciadamente, a realizarse, o, al menos, a
sacarle todas las posibilidades que albergaba en potencia. La acción y el espectáculo mandan. Y si acaso hacer de paso reflexionar al espectador sobre lo que estamos haciendo. Sobre si
está bien o está mal lo que hemos hecho. El discurso del método…
Film, en suma, honesto y bien manufacturado, aunque con exceso de reflexión y justificación, acaso acomplejado por meterse en asuntos políticamente incorrectos, por penetrar en la caverna y dedicarse a la caza de especies protegidas...
Film, en suma, honesto y bien manufacturado, aunque con exceso de reflexión y justificación, acaso acomplejado por meterse en asuntos políticamente incorrectos, por penetrar en la caverna y dedicarse a la caza de especies protegidas...
Ya quisieran muchos telefilms tener esa estética, Fernando. Dudo que el cine comercial de EEUU dé muchas mejores películas. Piensa incluso que ha sido alabada casi sin reservas por quienes se muestran críticos ideológicamente con las políticas de la Casa Blanca.
ResponderEliminarUn saludo
Ya he sostenido en este sitio, Sergio, que para mí lo mejor del cine de estos últimos años se ha hecho en series de televisión, y no me refiero a Antena 3 o Tele 5... Desgraciadamente, parece que la crisis ha tocado también a HBO y compañía, teniéndonos a dieta.
EliminarAhora bien, puestos a elegir, yo me quedo antes con "Band of Brothers" que con "Zero Dark Thirty". Y hablo de cine, no de política. Cada cosa en su lugar.
Salucines
Ups! Pensé que me había equivocado de sala...
ResponderEliminarA pesar de Jessica Chestein, no tengo, a priori, un gran interés por ver lo nuevo de Bigelow, aunque sé que acabaré haciéndolo, quizás cuando pase la oleada de premios inaugurada esta madrugada. Pero, me quedo con tras palabras de tu reseña: belleza, emoción y fantasía.
Salucines
Creía que equivocaba de sala. Eso le pasa usted, amigo deWitt, por frecuentar los minicines. Cinema Genovés se ve enseguida y se distingue... de inmediato.
EliminarInsisto en que la película vale la pena. Vaya a verla, hombre, no todo va a ser Victor Fleming y Mervyn LeRoy...
Salucines
Jo, Fernando hablando de cine actual... jaja... ¡Mira tú! ^^
ResponderEliminarNah, estoy muy de acuerdo en varias cosas que apuntas aquí, el film es realista y no se permite convencionalismos, tiene una gran puesta en escena y el métodp de Bigelow al narrarnos la historia es preciso y contundente. Venga, que yo no pude despegar el ojo de la pantalla la mayor parte del metraje. Y Chastain a mí me parece grandiosa en ese papel.
Salucines :)
Pues sí, daniel, uno que se moderniza y sale de vez en cuando. Me siento rejuvenecer...
EliminarY si no despegaste los ojos de la pantalla, ¿no sería por no perder de vista a la Chastain?
Salucines
Pues a mí ciertas dosis de realismo me emocionan también mucho... pero te entiendo, Fernando. Cómo no.
ResponderEliminarBueno, al menos la excursión a la sala no salió tan mal. Pudo haber sido mucho peor, créeme. Ahora con un par de cintas clásicas de las tuyas recuperas los niveles recomendados de belleza, emoción y fantasía en un pispás ;)
Un abrazo
Vaya que sí. Ya lo verás aquí la próxima semana, en Cinema Genovés...
EliminarSalucines
D. Fernando prefiero no leerle, no por nada, que me encanta, pero quiero "llegar" virgen, si puedo, a las películas. No me lo tenga en cuenta que cuando la vea pasaré a leer su reseña.
ResponderEliminarPor cierto, queda desestimada la insinuación de matrimonio que me hizo ayer, si no le gusta el cine coreano no lo vea. ;.))))
Saludos
Roy
Ah, pero es que hasta ahora me leía usted...
EliminarY ahora,además de que pasa de largo por mi blog, que pasa de mí, me da calabazas... Pues, me buscaré una coreana. Del sur.
Señor juez, salucinado me deja usted....
Vengo de la posterior, que enlaza hasta aquí, Fernando, porque ya me parecía que se me había pasado por alto.
ResponderEliminarNo tenía a priori muchas ganas de ver esta película y me dejas frío, frío, con tus sensaciones. No sé. Igual si me la acercan y no tengo plan, la veo. De hecho, la anterior, con la que ganó el oscar, la tengo en conserva porque me da que no me gustará.
Intuición, podría ser, errónea. Tiempo al tiempo...
Un abrazo.
Vaya, Josep, parece que se ha acumulado la faena... En efecto, no muestro entusiasmo por este film, aunque creo que vale la pena echarle un vistazo. Lo mismo digo de "En tierra hostil". Y casi estoy por decir que ésta me gusta más que la última, "La noche más oscura". En fin, tu verás...
EliminarSalucines
Una de mis películas favoritas del 2013, aunque el actor Mark Duplass solo haga una breve aparición, y ahora estreno una serie de comedia sarcástica que te hace reír desde el primer minuto
ResponderEliminarMark Duplass actúa en esta película y es sorprendente que no estén sus hermanos ya que la mayoría del tiempo trabajan juntos y hacen proyectos increíbles y de muy buena calidad audiovisual. Los hermanos Duplass siempre han buscado crear contenidos atractivos para los espectadores en conjunto con distintas cadenas de TV y les ha ido fenomenal porque la mayoría de sus proyectos han sido exitosos.
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