EL HUMOR, EN 5 EPISODIOS (2)
Aclaremos conceptos. En esta serie acerca de la comicidad, hablamos, en rigor, del humor, algo distinto de hacer gracia, contar chistes o gastar bromas. Hablamos del humor, un maravilloso procedimiento que nos permite vivir la vida del modo más vivible. Y, de paso, más divertida. Sólo con humor, la vida es plena, plenamente soportable.
Oficiar esta vívida y vivificante tarea no es nada sencillo. Precisa de grandes dotes de observación, ingenio, oportunidad y entendimiento. Y, como digo, de rigor. Por ello, no debe confundirse a un humorista con un simple gracioso vocacional ni con un sencillo chistoso profesional. El primero pretende ―por lo general, sin mala intención― alegrarnos la vida. El segundo también, pero a la postre suele conseguir amargárnosla, todavía más; sobre todo, cuando insiste en contar un chiste tras otro...
El gracioso, sea diestro o siniestro, aficionado o reincidente, es un lobo estepario que busca agraciarse con los demás a cualquier precio. Promesa de carcajadas de coyote y sonrisas de hiena, a menudo provoca tan sólo nuestra pesadumbre y desesperación. El chistoso en serie, por su parte, pertenece a un gremio más especializado, aunque no menos dañino para la sensibilidad. Suele reconocerse como lo que es: un tipo pesado y reiterativo, productor de una indigesta huerta de sandeces, sin noción del límite ni del buen gusto, que ansía la querencia ajena y acaba buscándose su propio fin…, si sigue por ese camino.
Hacer alguna gracia (de cuando en cuando) o contar un chiste (uno solo, por favor) no hace ningún daño. Los humoristas de profesión y los cómicos suelen acudir a ellos a menudo, por exigencias de guión. Hasta uno mismo (sí, sí, el gerente de Cinema Genovés) se ha permitido alguna licencia en terreno tan expuesto y resbaladizo, con penosos resultados, todo sea dicho, que sólo la magnanimidad y el buen corazón de los infortunados presentes en la fechoría lograron disminuir el desconsuelo y la humillación. Tampoco es esto el verdadero humor. El humor tiene otro sentido, el que lo ennoblece. Sólo puede ejercitarse (y captarse) cabalmente cuando ha sido educado el sentido del humor.
En la escala de humor encontramos especies de todo tipo, para todos los gustos, aunque no siempre para todos los públicos. Por un lado, está el humor elegante, refinado, pulcro, exquisito, sutil, inteligente, cínico, irónico. Por otro lado, está, el humor amarillo y zafio, de vídeos de primera, de gansadas y de botarates, vulgar, faltón, soez, con mala pata, ruidoso, de carrusel de la risa y club de la comedia. ¿Quién es quién?
Repare el espectador que no estamos dando nombres ni títulos de películas. Será por cuestión de elegancia. Será para animar a la participación del espectador. En cualquier caso, se nombra el pecado, pero no al pecadooor... Aunque, algunas pistas sí hemos dado, algunas huellas, algunas marcas y máscaras, donde mostrar y donde ocultar nuestros criterios y afinidades.
Aunque lo importante es la opinión del público. Cinema Genovés agradecerá que los espectadores tengan la bondad de dejar a la salida, en el buzón de comentarios, su opinión y sugerencias.
That is the question. ¿A quiénes calificar de "gracioso", pero no, en rigor, de "cómico"? Gracias por su participación, y deseamos que vuelvan a visitarnos de nuevo.
Próximo episodio de «El humor en 5 episodios (3)»: «SIN GRACIA».
Aquí, en la TERRAZA DE VERANO de Cinema Genovés
Amigo Genovés:
ResponderEliminarYo confieso: leyendo tu maravilloso análisis sobre el humor reconozco que me han venido a la mente muchos nombres. Si me permites refundir ambas categorías (gracioso y chistoso en serie) y personificarlas en una persona, lo tengo claro: Jim Carrey. Más "gracioso" que "chistoso" a mí no me produce ni la más mínima mueca, es más, sólo me produce hastío e incluso incomprensión.En esta categoría podría incluir a Jack Black, también.
Pero ciñiéndome a tu pregunta ¿quién me resulta gracioso? Creo que tengo que bucear en la memoria del cine reciente más que en el clásico, aunque en éste siempre me han resultado graciosos los cameos de Hitchcock, por poner sólo un ejemplo. Me resultan graciosos personajes como Tangina (Polstergeist), Odamae Brown (Ghost), Maggie Smith en Gosfod Park... Y ya en la pequeña pantalla, para mí, yo confieso, un referente dentro de lo que yo considero "gracioso" es Blanche Deveraux en "las chicas de oro" (aunque lo podrían ser también todas sus compañeras) o Carol Burnett en esa serie que tiene dedicada a imitar a grandes estrellas del cine. Más recientes, y dentro de la categoría de humor amarillo, zafio, bruto... pero para mí genial entraría "Little Britain" porque destila crítica por los cuatro costados. Como humor negro resltaría la serie "The Big C" que a pesar de lo trágico del asunto consigue despertar en mí bastantes risas.
Y es que para disfrutar del humor creo que lo más importante es aprender a reirse de uno mismo, de sus males y sus bienes, y alguno de estos personajes que he mencionado creo que lo hacen a la perfeccción.
Excelente entrada!
Salucines
pd.: no descarto volver porque intuyo que se me irán ocurriendo más nombres o/y películas o/y series o/y personajes.
Gracias, amigo deWitt, por tu amable comentario.
ResponderEliminarDe entrada, coincido contigo en el primer nombre de "gracioso" que aparece en escena: Jim Carrey. A mi juicio, sólo está medianamente soportable en "La máscara". Y eso porque en gran parte de la peli no se le ve la cara... (por cierto, una peli, un musical, a pesar de Carrey, bastante aceptable).
Por otra parte, debemos ponernos de acuerdo en el concepto "gracioso". En el post, yo uso el término como antónimo de verdadero cómico. Se dice de una muchacha que es "graciosa" para no decir que es fea.
"Gracioso" tiene, además, un sentido benigno, positivo, sinónimo de "simpático", "divertido", "ingenioso". En nuestro contexto, gracioso es quien no llega a ser cómico, a humorista de primera, porque no llega a tanto, no porque se pase... Con esta segunda significación, los ejemplos que dices yo también los consideraría graciosos, ¿cómo no?
Salucines
PS. Puedes pasarte por aquí las veces que quieras. También tienes reservado un asiento en nuestra Terraza de Verano.
Más que gracioso, Jim Carrey me parece demasiado siempre-gesticulo-igual-pretendiendo-ser-gracioso, pero después de tanto de los mismo ya no me parece ni gracioso ni nada. Y no creo que nunca haya sido un buen cómico.
ResponderEliminarEl humor de muecas no es lo mío pero sí que lo es el humor visual.
Un tema complicado, Fernando, realmente difícil.
Un saludo
En verdad, Manderly, no es asunto fácil éste. Pero, poco a poco va aclarándose. Por ejemplo, la diferencia que haces entre "humor de muecas" y "humor visual" es interesante. El cine cómico, que arranca en la etapa "muda", es básicamente de ese segundo género. Y es de lo mejor
ResponderEliminarEn cuanto al "dolor de muecas", ¿qué me dices de Jerry Lewis?
Salucines