Páginas

viernes, 29 de diciembre de 2017

DUNKERQUE (2017). SALVAD AL CINEASTA NOLAN


Sobre el director Christopher Nolan tengo señalada y descrita (entrada correspondiente al cineasta en el volumen colectivo Cine XXI. Directores y direcciones [2013, Cátedra]) su demostrada tendencia a la pirotecnia visual y la narrativa circense, dejando como resultado unas películas reconocibles por lo artificioso, el “más difícil todavía” y el triple salto mortal. Y poco más de interés, por lo que a mí respecta. 

Hasta que llegó la hora de… Dunkerque (Dunkirk, 2017), película que no dudo en calificar de extraordinaria, una enorme y venturosa sorpresa para mí, que exige el poner al día la valoración de su quehacer cinematográfico.
En el rodaje de Dunkerque (2017)
He aquí el texto aludido:

«CHRISTOPHER NOLAN (Gran Bretaña, 1970)

   Suele definirse el cine, desde hace lustros, como séptimo arte. El gran escritor cubano Guillermo Cabrera Infante lo caracterizó, justamente, como oficio del siglo XX. Qué pueda ser en el siglo XXI es algo que se verá; próximamente, en las pantallas. Probablemente, confirme el ascenso, apuntalado en la pasada centuria, hacia la consideración de arte total, ese anhelo omniabarcador reservado por Richard Wagner a la ópera. Desde su nacimiento, el cine ha ido beneficiándose gradualmente de las múltiples ciencias y artes, así como los más variados espectáculos, integrándolos en el ámbito fílmico y ofreciéndoles unas perspectivas cada día más imprevisibles. Así ha ocurrido con el teatro, la literatura, las artes plásticas, la música, la informática. Sin olvidarnos del circo, no tomado ahora como motivo argumental de un film, sino como referente integral a partir del cual ser construido. En cuyo caso, podríamos encontrarnos ante un proceso inverso al citado: el cine acabaría siendo subsumido por el circo.

   Que sigue habiendo cineastas contemporáneos propensos a ofrecer al público un espectáculo completo sobre varias pistas, aunque (de momento) en una sola pantalla, lo prueba cumplidamente el director Christopher Nolan. La no muy extensa, pero sin duda asombrosa filmografía del cineasta británico, conforma el paradigma cinematográfico actual del más difícil todavía, el anhelo ilimitado de sorprender y deslumbrar al espectador. Números de magia, contorsionistas, clowns, especies animales extraordinarias que corren y vuelan, lo nunca visto hasta hoy, nada en circo y cine debe ser igual que ayer. Porque sobre la arena o los platós de rodaje, el espectáculo, ante todo, debe continuar, sin repetirse y, ay, sin aburrir al personal.

   Desde el primer trabajo producido en el Reino Unido, el artesanal Following, y tras desembarcar en Hollywood, Nolan emprende una escalada fenomenal en la que cada título realizado representa un nuevo desafío. El flashback ya estaba inventado hace décadas; con Memento, la trama toda es contada de fin a principio. Batman ya no es gótico ni psicodélico; es hora de darle un baño de metafísica. Los sueños, sueños eran; ahora no sabemos lo que son ni quién los tiene (Insomnio, Origen). En proyecto, el cineasta planea otra vuelta de tuerca para cerrar la trilogía sobre Batman, además de una revisitación de Supermán. Qué maravilla nos tiene reservada, está por ver. Seguro que cine y espectador serán llevados otra vez al límite. Sin duda, el público se rendirá ante un próximo salto mortal, con Christopher Nolan como maestro de ceremonias.»





Dunkerque, film no sólo brillante, impactante y espectacular, sino, además, muy inteligente, revela, con todo, un dato principal: Nolan sabe hacer excelente cine, cuando quiere y/o cuando deja la pirueta y la cábala para consagrarse a la verdadera ‘magia cinematográfica’. Según esto, podría ser encuadrado en la categoría que denomino “directores entre el cielo y el infierno”, capaces de elevar unas veces su talento y su capacidad artística hasta lo más alto, para, en otras, caer en picado hasta estrellarse.

Película bélica sobre la salvación, Dunkerque muestra la mano hábil del realizador, pero no el dedo que, apuntando a la luna, la pretende eclipsar. ¡Bravo! Sostengo que es posible (y aun deseable) emprender una obra con personalidad propia y vocación innovadora, aunque sin por ello empeñarse en querer inventar el cine (el arte, en fin) en cada plano o secuencia. El artista (como el hombre, en general) es un ser herederoDunkerque, por centrarme ahora sólo en la perspectiva aérea del film, es descendiente directo de clásicos muy conocidos como Wings (Alas, 1927. William A. Wellman) o Hell's Angels (Los ángeles del infierno, 1930. Howard Hughes). Lo valiente no tiene por qué ser descortés.


Sólo pondría dos objeciones a la película. Primera: la banda sonora, firmada por el celebrado compositor Hans Zimmer, resulta machacona y pretenciosa, en ocasiones hasta la irritación, precisamente en los momentos de mayor tensión en la trama, cometiendo un tremendo error fílmico no poco inhabitual el “subrayado”, como si las magníficas imágenes que brillan en la pantalla no fuesen suficientes, y las notas musicales (cuando no el ruido o dar la nota) intentasen elevarse por encima de aquéllas. 
En segundo lugar, el montaje, por lo general, imprime a bastantes secuencias del film un ritmo (un tempo) más acelerado de lo que la situación exige, hasta el punto de que priva al espectador (desde luego, a este espectador) del placer de disfrutar plácidamente de bastantes, muchos, planos y escenas de gran belleza.



Acaso el ‘pasado’ (música desquiciada, montaje epiléptico, prisa e incontinencia fílmica) no ha dejado de estar presente del todo en el hoy del cineasta británico. El futuro es lo que está por venir. Ya veremos lo que nos tiene reservado.

En Dunkerque, Christopher Nolan sustituye el gesto por la gesta, el ¡ale hop! por el rito mágico de “Luces. Cámara. ¡Acción!” ¡Bravísimo! El resultado es superior. Falta por descubrir de qué lado caerá la próxima cinta que, presumiblemente, realice: si cara o cruz.












8 comentarios:

  1. Tú lo has dicho, ¿tendrá continuidad esta sorpresa?. ¡Feliz 2018!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Habrá, Sergio, que mantenerse atentos a la pantalla.
      ¡Feliz 2018 y... Salucines!

      Eliminar
  2. Estupenda entrada, amigo Genovés. La pelicula la tengo pendiente. He leido un poco de todo sobre ella pero quiero opinar con criterio según me llegue la historia.

    Feliz año, estimado amigo.

    Salucines

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, amiga Abril, por estar aquí un año más. Y los que vendrán...

      Salucines y Feliz 2018

      Eliminar
  3. Una magnífica película que me atrapó desde el principio con las escenas del soldado corriendo por las desoladas calles de Dunkerque. Es muy visual, de las que hay que apreciar en pantalla grande, en el cine de siempre.
    Feliz Año!
    Borgo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En efecto, Borgo, se trata de una película espectacular. Ha sido una agradable sorpresa para mí. El cine de 'este Nolan' sí es recomendable.

      Salucines

      Eliminar
  4. Muy interesante,se deja ver y no se me hizo larga.Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La (agradable) sorpresa del año, para mí. Y de mucho tiempo. Gran película.

      Salucines

      Eliminar