Título versión española:
Suena el teléfono
Duración: 127 minutos
Nacionalidad: Estados
Unidos
Director: Vincente Minnelli
Guión: Betty Comden,
Adolph Green
Música: Jule Styne
Fotografía: Milton R. Krasner
Reparto: Judy Holliday, Dean Martin, Fred Clark, Eddie Foy Jr., Jean
Stapleton, Ruth Storey, Dort Clark, Frank Gorshin, Ralph Roberts
Producción: Metro-Goldwyn-Mayer
Vincente Minnelli es uno de los grandes cineastas de
Hollywood, el cual ha sabido ganarse el respeto y la admiración del público e
incluso de la profesión. Esto último supone cruzar un foso del que pocos salen
bien librados. Bien lo sabía el mismo Minnelli, director de Cautivos del mal (The Bad and the Beautiful, 1952), film que representa una
vivisección despiadada de la flora y la fauna de Hollywood. Profesional
metódico y riguroso, debe enfrentarse al capricho de las estrellas, a las
órdenes de los magnates del estudio y a las mil vicisitudes que acompañan cada
rodaje. Y suele salir bien librado del trance.
Por si esto fuera poco, convive cinco heroicos años, con
Judy Garland, su primera mujer, personalidad débil e inestable hasta rozar lo
patológico. En la autobiografía del director, Lo recuerdo muy bien (I
Remember it Well, 1974) describe la amorosa paciencia que tuvo que
demostrar junto a la Garland, hasta que en 1951, la relación acaba en divorcio.
Ese mismo año estrena Un
americano en París (An American in
Paris), cinta esencial en el cine musical de todos los tiempos. Si bien, todavía le
quedará por delante al cineasta nacido en Chicago veinticinco años de trabajo y
gran creatividad. No salgamos, pues, del género musical. Además de este título
inmortal, Minnelli rodará dos años más tarde, en 1953, Band Wagon (Melodías de
Broadway, 1955), y no me pregunten por lo anacrónico del rótulo de la
versión española, turbador y antojadizo como es propio de las traslaciones
idiomáticas en este ámbito del espectáculo. Y ya tenemos dos de mis títulos
favoritos del cine de la alegría por excelencia.
Sin llegar a la altura y grandeza de ambos monumentos del
celuloide animado por la música y la danza, hay otro ejemplo, en la filmografía
del director, de buen oficio y garantía de diversión. Una película apenas
conocida, y casi nunca citada a la hora de referirse a sus trabajos: Suena el
teléfono (Bells Are Ringing, 1960). Curioso caso. Y eso que en el reparto cuenta
con dos estrellas de campanillas: Judy
Holliday y Dean Martin, ambos en
uno de sus mejores interpretaciones.
La simpática y divertida actriz goza ya de la madurez que le
supone haber superado los cuarenta años. Mujer, además, de complexión —digamos—
espaciosa…, exhibe aquí, sin embargo, una lozanía, un desparpajo y una energía
que ya quisieran para sí muchas jovencitas. Lo dicho, por lo que a mí respecta,
nunca la he visto mejor.
Por su parte, el bueno de Dino está también simpaticón y muy
convincente; se nota que está a gusto en el papel, en la película. Canta como
en sus mejores momentos y actúa como siempre, correctamente; en la única
secuencia en la debe dar unos pasos de baile junto a Judy demuestra ser un
patoso de campeonato. Pero, amigos míos, nadie es perfecto. Ay, amigas mías, a
Dean Martin se le perdonan fácilmente pequeños deslices, ¿verdad?
Y por si esto fuera poco, tenemos una partitura de quitarse el sombrero.
Compuesta por Jule Styne, tiene todo
el sabor reconocible del mejor musical de Broadway. A quien no le suenen las
campanillas del buen conocimiento del género, le diré que Styne es
un compositor habitual en los teatros de la gran senda luminosa de Manhattan.
Más conocido por algunas de sus canciones que por las obras íntegras llevadas a las
tablas (o a los platós de cine). ¿A quién no le suenan piezas tan célebres como
Let It Snow! Let It
Snow! Let It Snow!, Just in time (interpretada por Martin en
este film) o Diamonds Are a Girl's Best
Friend…?
Disfruten de esta película. Esto es alegría. Esto es cine
de primera. That’s Entertainment!
Pues mire vd. que he visto y tengo mucho Minelli, director al que admiro, pero casualmente no he visto este título. Pronto le pondré remedio, más recomendandomelo vd.
ResponderEliminarPor cierto que grande es Cautivos del Mal, es una película milimétrica.
Saludos
Roy
Hombre, amigo Roy, es que recomendar "Un americano en París" está "chupaó". La gracia está en revelar joyitas que normalmente pasan desapercibidas. A por ella...
ResponderEliminarSalucines
Llegas con tus musicales y me vuelves a pillar con el culo al aire... Otro que no he visto y eso que de la obra de Minnelli he visto unas cuantas películas, hasta "Un americano en París" y todo.
ResponderEliminarVoy a aprovechar la tesitura, ya que Roy reivindica una de sus grandes películas y tu le contestas haciendo alusión a las joyitas ocultas de su filmografía, para hacer lo propio yo solito.
Gran película: "El loco del pelo rojo". Joyita: "Mi desconfiada esposa". Ahí queda eso.
Salucines
Llego con los musicales, en efecto, amigo David, cual maestro de ceremonias, director de escena o de pista de circo, como un mago ilusionista...
ResponderEliminarSalucines
Fíjate que cuando hace unos meses (¿ya?) hablábamos en YO CONFIESO sobre Judy Hollyday, encontré, mientras me documentaba, esta película que sólo por los créditos ya es atractiva. Minnelli, Hollyday, Martin, Styne y, no menos sugerente (para mí), un musical. Finalmente, como siempre, debí perder la"lista de imprescindibles" y no llegué a verla.
ResponderEliminarPero tú, que estás en todo, la has rescatado justo a tiempo para, sin más dilación, hacer los deberes. A por "Bells are ringing", entonces!!
Salucines
pd.: Veo que seguimos con los problemillas, pues en el blogroll no aparecen tus "estrenos". Espero que pronto se solucione el desaguisado.
Mucho me temo, Fernando, que esta película no la he visto y ya estoy tardando en hacerme con ella porque soy admirador de la grandísima Judy, otra de las grandes actrices que los estudios ningunearon injustamente y esta pieza no la recuerdo de nada y no está en mi estantería.
ResponderEliminarSi además el gamberro de Dino está en su salsa -que vistas las estupendas fotos está claro que sí- miel sobre hojuelas, porque contar con la solidez de Vincent al mando ya es garantía de pasar, por lo menos, un buen rato.
Un abrazo.
p.d.: esta entrada tuya, como la anterior, tampoco aparece en los feeds y hay que venir a visitarte sin previo aviso. Ya que blogger está recién encabronando al personal, te recomendaría que hicieras una copia de la plantilla por si te conviene una restauración.
Pues sí, amigo Josep, no te equivocas. La Hollyday está espléndida y simpática: se come la pantalla. Y el Dino, pues eso, de gamberro encantador, borrachín y voz... embriagadora. No te la pierdas.
EliminarSalucines
PS. El feed ese no sé muy bien lo que es. El blogroll debe actualizarse automáticamente, ¿no? Pues ya se pondrá hora. Mientras tanto, que sepas que los lunes, milagro. Y sí guardo copias. De esto y de casi todo...