Título original: Her
Año: 2013
Duración: 126 minutos
Nacionalidad: Estados Unidos
Director:
Spike Jonze
Guión:
Spike Jonze
Música: Arcade Fire, Owen Pallett
Fotografía: Hoyte Van Hoytema
Reparto:
Joaquin Phoenix, Amy Adams, Rooney Mara, Scarlett Johansson, Olivia Wilde,
Chris Pratt, Sam Jaeger, Portia Doubleday, Katherine Boecher, Alia Janine, Matt
Letscher
Producción:
Sony Pictures Worldwide Acquisitions (SPWA) / Annapurna Pictures
Los seguidores y visitantes habituales
de Cinema Genovés están al corriente
de que en este espacio apenas reparamos en los estrenos y las películas de
últimas hornadas. Más que nada porque tendría poco que escribir acerca de ellos y ellas, por lo poco que me sugieren o dicen, por lo general. Lo cual no quiere
decir que no visione algunos de estos films, los que llaman mi atención por
algún motivo o por simple curiosidad de saber qué hay de nuevo, viejo…
¿Blue
Jasmine (2013)? Más de lo mismo,
por un Woody Allen, onanista
artístico y megalómano, que desde hace un par de décadas se ha dedicado a vivir
del cuento. Me apetecía ver a mi adorada Cate
Blanchett. Pero, Allen, desde que ya no tiene edad para hacer de
protagonista del film que dirige, indica al actor o actriz correspondiente que haga de Woody Allen…
¿El
lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street, 2013)? Martin Scorsese, otro que tal. Otro que ya debería
pensar en jubilarse dignamente, caramba. Más de lo mismo, pero más pasado de
rosca que nunca. Ya ni siquiera es capaz de repetirse y hacer otro Goodfellas (Uno de los nuestros, 1990) o Casino
(1995).
¿La estafa americana (2013)? O cómo copiar
penosamente al propio Scorsese. Lo mejor de la película, los escotes de las
actrices. Y no se me escandalice nadie, que ya somos mayorcitos…
¿Ven ustedes lo que hay? Y eso que acabo
de mencionar aquellas películas que logré llegar hasta el final, dejando al
margen, por cortesía, las que abandoné a medio o aquellas que el reseñarlas me
obligaría a ser todavía más sincero que en las breves referencias anteriores.
Así que no me hagan ustedes hablar…
A
propósito del film Her (2013) haré
una excepción, porque la película vale la pena. No sé mucho sobre el director y guionista de la
cinta, Spike Jonze, aunque probablemente,
por esta señal de sumar ambas tareas, sea un pretendiente más a la categoría de
«autor». Grave error y no sólo suyo, sino de la mayor parte de los descendientes
de la Politique d’Auteur. Digo esto
porque el mayor interés de Her reside en la historia y trama que se
nos cuenta, y no tanto en cómo se hace. Con un inconfundible aire de telefilm, abusa de los primeros planos, enfatiza cuando se impone la sugerencia
o la sutileza, le sobran quince o veinte minutos de metraje innecesario,
demasiados diálogos y divagaciones, cuando el
cine es, sobre todo —y, a mi juicio, debe seguir siéndolo sin negarse a sí
mismo— imagen.
Primer
acierto de la historia: concebir un relato de ciencia-ficción, pero a corto plazo, vale decir. O dicho de otro modo: dado el asunto
central en curso, recrea un panorama urbano en el que personajes y situaciones
son verosímiles y hasta reconocibles. En un tiempo próximo por venir, Theodore
(Joaquin Phoenix, muy convincente)
trabaja en una empresa redactando cartas (preferentemente, de amor) para
clientes que solicitan dicho servicio. Más que escribir, dicta al ordenador de
viva voz el contenido de las misivas, las cuales quedan registradas en el disco
duro y posteriormente impresas para ser escaneadas; algo un tanto insólito
(todo sea dicho), cuando con la tecnología de ahora tal proceso resulta
superfluo. Separado de su mujer, vive
solo en un apartamento, donde se entretiene con juegos virtuales y holografías,
a veces diríase que sadomasoquistas. Apenas trata con los demás, excepto
con una pareja de colegas de trabajo, relación que también se quebrará y
ayudará a facilitar (sin más contemplaciones) el final del film.
Theodore
adquiere un sistema operativo de Inteligencia Artificial para ordenar su vida. Basta colocarse un pequeño auricular para contactar
con la máquina y hablar con ella (Her);
al programar el sistema elige una voz femenina (Scarlett Johansson, muy sensual). Ella lleva la agenda del
protagonista, el correo electrónico y le hace sugerencias de todo tipo, y
hablan, a menudo, hablar por hablar. La
relación electrónica pronto afecta al plano emocional, por ambas partes. La
maquina se humaniza al tiempo que el humano maquiniza su comportamiento en un
proceso de dependencia obsesiva. Muy lograda la secuencia en la que Her («ella») le propone hacer el amor
con una doble material; él rechaza la
copia porque no es verdaderamente ella.
La obsesión lleva a la desesperación de
Theodore (muy buena también la correspondiente secuencia) en el momento de actualizar el programa, ese artificio de
eternidad que no significa sino la evocación del agotamiento y la finitud de
las cosas. ¿Qué ha ocurrido entre ella y él? Llámalo amor o ensoñación,
afecto o adhesión, cariño o dependencia. Sea como fuere, nada hay más romántico que el amor imposible. La vida y nada más…
Como suele ocurrir frecuentemente, la
economía de medios resulta beneficiosa para una narración. En cuanto al vestuario del film, es suficiente con un diseño de
pantalones de cintura alta que no precisan de cinturón para llevarnos a un
escenario de futuro; frente a lo gris de la vida exterior, el protagonista
suele llevar prendas de vivos colores, rojo pasión, sugerente modo de hacer el
retrato de un personaje fogoso y agitado, con sangre en las venas.
Por
lo que respecta a la ambientación,
una inteligente combinación de decoración minimalista y de escenarios naturales
en Shanghái y Los Angeles sirven para ponernos en situación. Y, en fin, la música, asimismo, minimalista y
repetitiva, crea una magnífica atmósfera en esta interesante historia de soledades, presentes continuos y futuros
imperfectos que ya empiezan a ser familiares a nuestros oídos… y a nuestros ojos.
Durillo el repaso que le has dado a la cartelera amigo Fernando.
ResponderEliminarDe todas ellas solo he visto Blue Jasmine y no me ha disgustado, Cate la salva desde luego y siendo generosos la hna tambien. Ese punto Blanche DuBois y ese macarra que recuerda (lejanamente) a Stanley..ummm
Las otras no las he visto porque me da un poco de pereza.
Y Her que sí que quiero ver, caerá un dia de éstos. He leido buenas criticas sobre ella y ahora la tuya me deciden a escogerla. Queda poco más dónde elegir..siempre nos quedará el cine clásico (y como tal considero aquél que supera la prueba del tiempo)
Salucines amigo.
Te prometo, Abril, que no volveré a hacerlo. Quiero decir, dedicar más reseñas de estrenos en Cinema Genovés. Al menos en las próximas semanas...
EliminarSalucines
Pues yo confieso que quiero ver Her...y pronto. Jonze es un director interesante, ya sea dirigiendo vídeos musicales, ya sea haciendo rarezas del tipo Cómo ser John Malkovich, ya cosas más aburridas (al menos para mí) como Donde viven los monstruos. Espero ver pronto este nuevo trabajo porque todos habláis tan bien de ella que temo elevar mis expectativas.
ResponderEliminarSalucines
Pues, esta es, amigo deWitt, la primera película que veo de Jonze y, sí, merece la pena. Ya me contarás.
EliminarSalucines
Hombre, Genovés, pensé que me había equivocado de blog, jajaja. Reconozco que a mí me ha gustado "El lobo de Wall Street". En las demás comparto tu opinión. A mí el fucsia de "Her" me tiene encandilada... Un abrazo.
ResponderEliminarQue conste, Mara, que no he sido yo, que ha sido 'Her'...
EliminarSalucines